'La Rosalía' bien vale doce horas de cola

A las 16.00 horas ya hay una 200 personas en la cola. Desde hace cuatro horas ahí están Jon, Markel y Adrian, de 18, 14 y 15 años respectivamente. Han venido desde San Sebastián y dejan su espacio reservado para estirar las piernas y pasar por el baño. Se les nota tranquilos pero a la vez con ganas de que empiece el show. Están seguros de que lo que van a ver les va a gustar y de que van a recibir «un buen chute de energía de la buen», aseguran. Como ellos, Angie, Nagore y Enara, llegadas de Arrasate, se declaran fans absolutas de Rosalía.

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«Nos gusta de antes y también este nuevo estilo. Es muy fácil criticarla por el giro que ha dado pero seguro que si lo hace un hombre no lo ponen tan mal. Es una muestra más de la misoginia de nuestra sociedad», lanza convencida Nagore. Sus amiga secunda su opinión. Además, «todo el mundo tiene derecho a cambiar». «Primero, que si lo que hacía era apropiación cultural; ahora, que el disco es raro. Es criticar por criticar», defiende Enara.

Un poco más lejos en la cola están un jovencísimo Luis, venido desde Zaragoza. «Estoy muy nervioso», acierta a decir bajo la mirada sonriente de su tía Miriam. «Soy fan desde hace dos años y es la primera vez que voy a verla en concierto», resume. Por delante le quedan aún varias horas de espera pero a él, como al resto, le da igual.

La gira española de Rosalía reunirá cuando termine a 165.000 espectadores. Ya ha pasado por algunas ciudades y tras de sí ha dejado un rastro de opiniones. Para algunos fue una experiencia decepcionante eso de que no haya ni un solo músico sobre el escenario; para otros, es todo tan rompedor que no puede menos que rendirse ante la joven diva. En todo caso, la mayoría de los que hoy se entreguen a sus renovados ritmos saben lo que van a ver y son conscientes de que poco o nada se parecerá al conciertazo que la cantante se marcó en el BBKLive en 2019. Lo del Motomami Tour es otro rollo. ¿Mejor? ¿Peor? Distinto.