Los más fieles a Rammstein: 34 horas y una noche en la cola

El primero en ocupar un sitio que le dé acceso a la 'Feuerzone', una zona privilegiada ante el escenario, fue Antonio, llegado desde Ourense. Nada más pisar Donostia a primera hora de la mañana se dirigió a Amara para ocupar ya a las ocho el primer sitio, y no es la primera vez que lo hace. «He llegado a hacer colas de hasta 72 horas». Para él, asistir a un espectáculo así vale la pena, «es brutal, en Donosti váis a flipar con el ruido y el fuego».

Durante la tarde se le fue uniendo compañía, como Yohan y su madre Maria Estella, desde Baiona. También son habituales en los conciertos de los germanos, tanto que él los ha vivido desde muy pequeño. «Le llevé a su primer concierto de Rammstein con diez años en Nimes, en 2005. Desde entonces hemos ido a muchos juntos y ahora, con 54 años, es él quien me trae a mí», explica con una sonrisa cómplice a su hijo.

También aguardaban al inicio del espectáculo, sobre las 20.45 horas de este miércoles, Laura, polaca residente en Madrid, y dos amigas recién conocidas, Vais y Veletta, de Berlín y Dortmund. Las germanas planifican su vida en función de los conciertos de la banda para seguirles allá donde vayan.

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¿Cómo esperaban que fuera la noche? «Animada y escuchando todos los temas de Rammstein». Para ello iban preparados con colchonetas de playa, mantas térmicas, mucho café y algo de tabaco. Todo por ver de cerca a la banda de Lindemann, Lorenz, Landers, Riedel, Schneider y Kruspe.