Una plaza «insólita» que se levantó en San Sebastián sin contar con el permiso real

El arquitecto destaca además que se trata de una plaza «insólita» en la medida en que fue levantada en el centro de la trama urbana. «Lo habitual es que las plazas se hagan cuando la ciudad se expande y desde luego alejadas del centro. El caso de la Plaza Nueva es excepcional porque hay que derribar una parte de la traza urbana más céntrica para hacerle sitio». La plaza original se llamó Plaza Nueva en contraposición a la Plaza Vieja que se alzaba extramuros, donde hoy está el Boulevard. El Consulado contrató al ingeniero y arquitecto italiano Hércules Torelli para su construcción. «La causa real de la creación de la plaza es la necesidad que tenía el Consulado de disponer de un edificio representativo magnificente en conjunción con la casa concejil», indica el autor del trabajo.

La plaza original se terminó de levantar en 1722. En donde ahora se alza la biblioteca municipal Torelli diseñó un edificio de hechuras barrocas que se convirtió en modelo para otros muchos ayuntamientos guipuzcoanos. «Las casas consistoriales de Oñati, Arrasate o Elgoibar están inspiradas en aquel edificio», apunta Pi Chevrot. El edificio original desapareció en el incendio de 1813, lo mismo que el resto de la plaza. Fue sustituido por otro que se construyó siguiendo la moda neoclásica tan del gusto de Ugartemendía. Torelli, a quien debemos la traza de la 'Consti' actual, renovó también el convento de San Bartolomé y proyecto una nueva ciudadela en Urgull.

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