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Aitziber Garmendia, actriz
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Aitziber Garmendia, actriz
«Mi naturaleza me lleva a generar comedia, a crear gags. Soy muy gansa»La agenda de Aitziber Garmendia (Zaldibia, 1982) es en estos momentos un verdadero tetris. Está de gira con tres obras producidas por la compañía Tanttaka: 'Del color de la leche', 'Nunca he estado en Dublín' y 'Sexberdinak', que este miércoles recibirá en el Victoria Eugenia el Donostia Antzerti Saria. Además, en breve se estrenan en Movistar + dos series, 'Muertos S.L.' y 'Bellas Artes', en las que ha participado, especialmente en la primera dirigida por los hermanos Caballero, responsables, entre otras, de 'Aquí no hay quién viva' y 'La que se avecina'. También participa en algunos episodios de una de las series de mayor éxito de los últimos tiempos, 'Machos Alfa', que emite Netflix.
– 'Sexberdinak' ganó un Max a la mejor labor de producción y el miércoles recibe el premio que entrega Donostia Kultura a la mejor obra en euskera del año. ¿Qué tiene de especial para tanto éxito?
– En primer lugar la temática. Hacer comedia y humor con un tema tan tabú y tan delicado como es el sexo de personas con movilidad muy reducida es de muy valientes. Tiene mucha verdad porque parte de su autor, Telmo Irureta. Todo lo que tenga verdad e implique entrega y arrojo por parte de los creadores siempre engancha y es lo que ha sucedido con 'Sexberdinak' o 'Sexpiertos' en su versión en castellano.
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– ¿Y para usted que supone ser parte de este proyecto?
– Una aventura, un aprendizaje. He aprendido mucho, no solo en terminología. Telmo Irureta no es escrupuloso con cómo se emplean las palabras y él mismo se autodenomina 'parapa'. Ha sido un proyecto muy liberador, divertido y me he sentido muy tranquila. Sobre todo, ha sido un viaje increíble a sitios donde no pensaba llegar. Me he dado cuenta de muchas limitaciones que tenemos todos.
– También está girando con la obra 'Del color de la leche', todo un drama y un cambio bastante radical respecto a otras obras porque tiene que aparcar su vis cómica.
– Pensaba que me iba a costar más. Cuando Fernando Bernués me pasó la novela me dije que lo tenía que hacer sí o sí. El personaje de Mary es muy goloso, pero al mismo tiempo muy difícil. Quizás lo más complicado ha sido que se trata de una obra de época, en 1830, y te hace expresarte de una manera muy distinta. A primera vista se puede pensar que lo más complejo es que tengo mucho texto, pero me ha costado más gestar un personaje que es muy distinto a lo que estaba acostumbrada a hacer. Tiene algo de comedia, pero se impone la parte dramática. Como actriz me ha supuesto mucha concentración y, sobre todo, mucha entrega, decir al público: 'Esto es lo que puedo hacer y esto es lo que os ofrezco'.
– ¿Le cuesta contenerse?
– Muchísimo. Bernués ha tenido que hacer un trabajo muy importante para acotarme porque mi naturaleza me lleva generar comedia, a buscar gags y tengo que se consciente de que no en todo momento caben. En la vida cotidiana soy muy gansa y he tenido que frenar esa naturaleza de intentar buscar la comedia todo el rato y ceñirme al tono de la novela.
– Y tiene un tercer título, 'Nunca he estado en Dublín', con representaciones por delante. ¿Cómo se hace para tener tres obras en la cabeza?
– Es muy loco. En una representación de 'Dublín' me di cuenta de que estaba cojeando, cuando el personaje que es cojo es Mary de 'Del color de la leche'. Me costó percatarme. El cuerpo recuerda movimientos y sitios, pero a veces se equivoca. Tengo que hacer un ejercicio de concentrarme mucho antes de cada función para adaptarme a las características que tiene cada personaje: cómo anda, habla, siente... son muchas piezas del puzzle. Lo cierto es que está siendo trabajoso.
– Ahora está a punto de estrenar en Movistar + 'Muertos S. L.'. ¿Cómo es la serie?
– Es una 'sitcom'. Tenía muchas ganas de hacer una. Lo último que había hecho del estilo fue 'Martin', para ETB1, que empezamos a rodar en 2003. Me llegó la oportunidad de la mano de Alberto y Laura Caballero que son los reyes de la comedia a nivel estatal. Cuando lo recibí pensé que era un regalazo. También es verdad que coincidió con los ensayos de 'Del color de la leche' y fue una época de unos tres meses de volverme loca y celebrarlo todo a la vez. ¡Estaba tan contenta y tan afortunada! Pero cuando se juntaban me agobiaba mucho.
– ¿Cuál es su papel?
– La serie trata sobre una funeraria familiar y yo soy Olivia, la recepcionista, que es hipocondriaca y tanatófoba, así que no está en el mejor sitio para trabajar. Cada vez que llega alguien para contratar los servicios de la empresa no puede evitar preguntar de qué ha muerto el que va a ser velado: ¿tenía hipercolesteronemia?, ¿tenía diabetes? Es tan hipocondriaca que necesita saberlo todo. Ha sido muy divertido. Trabajar en comedia en el audiovisual era algo que me venía pidiendo el cuerpo. Últimamente en la televisión hacia otro tipo de entretenimiento. Se me estaba ofreciendo más trabajo de presentadora y quería alejarme de eso. Me costó tomar la decisión porque era abandonar un terreno bastante estable en lo laboral, pero ha sido lo correcto. Me encantaría hacer ficción aquí en euskera, pero de momento en el tema de las comedias para televisión no hay mucho movimiento
– ¿Le ha resultado sano reírse de la muerte?
– Sí. Ha sido muy terapéutico. En la serie se habla de muchas cosas, de las enfermedades, del miedo a la muerte, de cómo afrontamos cada uno nuestra propia muerte y la de nuestros series queridos... Me he visto partiéndome de risa en momentos que jamás hubiera pensado que era posible reírse. Los hermanos Caballero tienen una manera de escribir muy valiente y es lo que hace falta.
– Alberto y Laura Caballero son los responsables de 'Aquí no hay quién viva' y 'La que se avecina'. ¿'Muertos S. L.' puede convertirse en un fenómeno similar a esas series?
– Si es por el número de temporadas, ojalá. El tono es muy distinto, es más sobrio y oscuro. Ellos han dicho que 'The Office' les ha inspirado mucho y se nota en el movimiento de cámara, que es otro personaje más porque se utiliza para subrayar los gestos y las intenciones.
– Otra serie que tiene a punto de estrenar, también para Movistar +, es 'Bellas Artes', de Gastón Duprat y Mariano Cohn, creadores de series tan estupendas como 'El encargado' y 'Nada'.
– Es un papel pequeñito, pero me ha dado la oportunidad de trabajar con ellos, que son muy grandes. Son la exquisitez, la perfección, cada cosa está muy estudiada y no paran de repetir la toma hasta que no consiguen lo que quieren. El año pasado hice muchas cosas pequeñitas que me han colocado en una situación de sentirme muy afortunada, pero de mucha incertidumbre a la vez porque era llegar a un equipo nuevo continuamente: la película dirigida por Eva Hache 'Un mal día lo tiene cualquiera', 'Como Dios manda' con Leo Harlem, las series... Han sido un par de años de mucho aprendizaje.
– Parece que ya tiene un pie puesto en Madrid.
– No sé si alguna vez se deja de poner o se pone el pie en los sitios. La experiencia de estos dos últimos años en lo profesional en Madrid ha sido muy potente. Hasta ahora había hecho cosas muy pequeñitas.
– Digámoslo de otra manera. ¿Ha subido un peldaño en su carrera profesional?
– Tampoco es eso exactamente. Yo diría que he ampliado los horizontes. Antes sí veía el 'salto a Madrid' como un objetivo, como subir un nivel. Con los años me he dado cuenta que no es así sino es expandir mis posibilidades. Valoro igual el trabajo que hago aquí, en Euskadi, que el de fuera. Para mí es muy importante crear entretenimiento en mi idioma, el euskera, es una prioridad. Tener ahora más proyectos en Madrid ha sido enriquecedor por el momento en la vida en el que estoy, porque ya no lo ansío como hace veinte años. Ahora, al hacerlo de forma más calmada y más madura lo he podido disfrutado mucho más.
– Ha actuado desde muy pequeña. ¿Cuándo tuvo claro que la interpretación iba a ser su profesión?
– La primera vez que hice teatro en una fiesta de carnavales en el cole. Tenía 11 años. Cada uno podía hacer lo que quisiera y la mayoría optó por el playback. Con mi mejor amiga creamos dos personajes, Mari Puri y Eusebio. Escribimos nosotras el guion, nos autodirigimos y la interpretamos dos o tres veces. El público no paraba de reírse. Recuerdo el chute que eso me produjo y también recuerdo con una nitidez que me parece increíble cómo llegue a casa y le dije a mi madre: 'Yo quiero dedicarme a esto para siempre'... y aquí sigo treinta años después.
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Teresa Flaño
– Ha dirigido una obra de teatro, 'Kanpora Sartxen'. ¿Tiene pensado dedicarse con más intensidad a esta faceta?
– Disfruto bastante más en el escenario, aunque es verdad que ha sido un descubrimiento empezar a dirigir y ver que es una manera distinta de crear y estar al otro lado en una función. He disfrutado muchísimo. Estoy escribiendo una cosa y la quiero interpretar, pero también me planteo que la quiero dirigir. De momento me quedo con estar en proyectos que me motiven. Hay una cosa con la que llevo muchos años escribiendo que no llega a salir porque no tengo tiempo. Estoy con 'Muertos S.L.' –ya se trabaja en la segunda temporada–, la estancia en el Teatro Abadía de Madrid con 'Del color de la leche' y otra coproducción de Tanttaka con el Centro Dramático Nacional, también en Madrid, para octubre. Así que me parece que todavía va a tener que esperar.
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