El Conquis 2023

Una nueva traición que sale muy cara en El Conquistador del Caribe

El Conquis 2023 no está exento de malos rollos. Y es que pese al sonado adiós de las gemelas la semana pasada, la calma sigue sin llegar a El Conquistador del Caribe. Esta semana el equipo que centró la mayor parte de las desavenencias y problemas de convivencia fue el amarillo, a raíz de la nominación de Álvaro para el duelo final del reality de aventuras. Y en esta ocasión, con un desenlace más que negativo para sus intereses.

El duelo de inmunidad de El Conquis prometía: tocaba tirolina libre. ¿El objetivo? Que el mayor número de concursantes la cruzara. Eso sí, previamente uno de los integrantes de cada equipo debía ir a por la cuerda, enhebrarla en un tronco y cruzar un río. Julian Iantzi, un presentador que se las sabe todas en El Conquistador del Caribe, preveía problemas: «No sé qué me da que la va a liar, no se va a acordar del orden». Y así fue.

Seleta estuvo a punto de fastidiarla, pero por suerte para los Yocahu pudieron enmendar su error y ganar la prueba: lograron atravesar la tirolina hasta cuatro componentes. Una semana más en el campamento rico… que no fue óbice para que lamentaran su mala suerte. El premio consistía en unas mosquiteras, pero su deseo era otro: más comida.

Otros a los que les fue relativamente bien fueron los Cocorote, que dieron el nivel con hasta tres concursantes… todo lo contrario que los Guabán: tardaron un mundo en iniciar la prueba y ello les salió muy caro. Nuevamente, campamento muy pobre, problemas, desavenencias y prueba de eliminación. Lo que mal comienza en El Conquis…

Mal acabaron, sí. Sobre todo porque dos amarillos se tuvieron que ver las caras en el duelo final. Al primero lo eligieron los Yocahu, que veían a Aitor como un rival de entidad. Al segundo, sus propios compañeros. Y no, pese a su actitud en la prueba de la tirolina, Peio no fue el elegido para batirse el cobre en la prueba de eliminación. Y es que fue Aitor precisamente quien sacó a relucir su nombre, por una mera cuestión de estrategia: Álvaro. «Esto es un juego y cada cual tiene que salvar su culo, y considero que Alvarito es un rival que me lo va a poner más fácil que otros», se justificó. Amarillos como Zuru, Sojo y Olaia secundaron la moción y el malagueño volvió a ser nominado pese a no haber sido el responsable del hundimiento Guabán. Y por segunda vez consecutiva. Una traición en toda regla.

La tercera en discordia fue Irune, que lo apostó al todo o al nada ante sus problemas en la pierna. «Lo pedía a gritos porque la lesión que me hice no mejora, así que prefiero tirar ahora con todo y si puedo volver mañana, mejor. Estoy sufriendo y no he dicho nada. Si no estoy entera que voy a hacer» espetó. Pese a ello, Julian Iantzi le dejó las cosas claras: «Paripés, cero» Irune se lo demostró con creces: lo iba a dar todo y más. Máxima emoción en El Conquis.

La prueba de El Conquistador del Caribe era de las exigentes físicamente. Tras lanzarse al agua, los nominados debían trepar para alcanzar un primer banderín. Después, tocaba descender y volver a tirar para arriba hasta llegar a una escala, desde la que tendrían que alcanzar la enseña final. No hubo color en la prueba de El Conquis: Aitor hizo gala de una gran destreza y se llevó la victoria, muy por delante de Irune. «Quería volver, no he venido aquí para irme», afirmó la Cocorote, toda una jabata.

El concursantes de El Conquis que no pudo seguir el ritmo fue Álvaro, que tuvo que hincar la rodilla a las primeras de cambio. El estudiante malagueño asumió su derrota y se mostró orgulloso por haber «callado bocas». Eso sí, ello no le impidió emocionarse por su adiós a El Conquistador del Caribe: Espero que la gente haya visto que no hay límites, aunque me haya quedado aquí. Que vean en casa que lo he peleado hasta el final. Nunca te rindas». Julian Iantzi puso en valor su coraje y se lo agradeció con un «Gracias por este ejemplo».