Caos en El Conquis: Una tormenta eléctrica hace temer por la continuidad de los concursantes en «una noche para llorar»

Continúa la aventura más espectacular en El Conquistador. Los concursantes de esta edición de El Conquis han vivido una noche «durísima» durante el último programa, emitido este lunes. Después de estrenar nuevos líderes, se celebraba la prueba de equipos y quien ganase dormiría en el campamento «rico», mientras que el último clasificado se trasladaría al alojamiento «más pobre». Los azules se impusieron en la conocida prueba de naipes, seguidos del equipo rojo, que se fueron al campamento «pobre», a secas. Mientras que los amarillos tuvieron que conformarse con el peor campamento. Además, para colmo, una tormenta eléctrica terminó de apagar los ánimos entre los conquistadores amarillos.

El equipo Guaban liderado por el donostiarra, Aratz, entre los que se encuentran los tres guipuzcoanos: Ekhi, Jontxu y Lorea. Llegó a la cueva de las caracolas más hundido que nunca y tras el aguacero se vieron obligados a achicar agua. «Esta noche se ha ido para abandonar y para más, para llorar», confesaban los miembros a las cámaras del reality.

Y es que la tormenta eléctrica y su fuerza sorprendió a todos los concursantes. «¿Cómo puede haber una tormenta eléctrica así?», se preguntaban algunos miembros del equipo amarillo, mientras que Pati, la joven getxotarra de 23 años del equipo amarillo decía que «Esto va a ser tremendo. Estamos empapados por la lluvia, pero bueno, esto es El Conquis, y ya sabíamos a lo que veníamos. Así que, hay que aguantar lo que se pueda», decía a la cámara antes de asustarse debido a un fuerte estruendo debido a un rayo. «¡Ay! ¡que me muero! ¡Qué miedo!. Me he asustado», finalizaba.

Pero no sólo el equipo amarillo lo pasó mal durante la noche, ya que los miembros del equipo rojo también lo pasaron bastante mal y tuvieron que taparse con esterillas de la lluvia. «No nos podemos tumbar porque nos ahogamos, así no vamos a poder dormir», decían en medio de la oscuridad de la noche.

A la mañana siguiente Pipi, del equipo rojo admitía haber vivido «una de las noches más duras de la historia del programa. Nos hemos calado enteros y se nos han mojado las toallas, la mochila y la comida. No tenemos ni bragas secas, nada. Esta noche ha sido para abandonar y para llorar», confesaba la madrileña.

Y es que el final del concurso llegaba con la clásica prueba de eliminación. Pipi, Pati y Aratz se jugaban su continuidad en el duelo de cubos al cielo. En donde el guipuzcoano se impuso con claridad y dejó la prueba eliminatoria en un cara a cara entre Pati y Pipi.

Pati se impuso por poco y Pipi, la concursante del equipo rojo de San Sebastián de los Reyes, pagó cara sus caídas durante la prueba, por lo que su rival logró imponerse en la carrera por el banderín.

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