Secciones
Servicios
Destacamos
Uno de los formatos más divertidos (y más bestias) de la televisión americana desde hace veinteaños es el Roast de Comedy Central, un acontecimiento televisivo alrededor de un personaje célebre que es cuestionado por compañeros de profesión. Por allí han pasado actores, cantantes o artistas ... como Pamela Anderson, David Hasselhoff o Bruce Willis. Lejos de ser un entorno amable, el invitado se encuentra con una serie de colaboradores dispuestos a descubrir sus miserias.
El origen de este espacio televisivo hay que buscarlo en el Club Friars de Nueva York, en el que varios cómicos se reunían en una cena-homenaje a alguno de los miembros y se ocupaban de 'desnudarlo' a través de sus discursos. El tono no era amable, para disfrute del personal que asistía al evento, por lo que había que ser valiente a la hora de aceptar colocarse en el centro de la diana.
El programa ha cruzado el 'charco' y ha encontrado acomodo -es un decir- en España con el sello de Comedy Central y Paramount Network, en colaboración con El Terrat. Los primeros en pasar por él fueron Santiago Segura y el Gran Wyoming, que se convirtieron en centro de críticas y chistes por parte de otros profesionales. El último que ha consentido semejante 'show' a su costa ha sido José Mota, al que Anabel Alonso, Josema Yuste y Luis Piedrahíta, entre otros, pusieron en su sitio sin piedad. «Cuando me invitaron a tu homenaje me hizo mucha ilusión porque pensé que te habías muerto», le dijo el que fuese pareja de Martes y 13. Eso debió de ser lo más bonito que se soltaron.
En Estados Unidos ha habido experiencias similares con políticos. Trump se dejó ridiculizar cuando aún no era presidente y Obama dio permiso para un acto similar en una cena de corresponsales políticos en la Casa Blanca. Me temo que en España lo más cerca que vamos a estar de algo parecido será con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que vive dentro de la tele. Sería catártico, no obstante, que Sánchez, Casado o Rivera se sometiesen a un examen humorístico de estas características. Pero me temo que los juzgados no darían abasto los días siguientes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.