Salva Reina, entre el Goya y una lesión «celebratoria»: «No quería ir como Fraga»

Salva Reina fue uno de los grandes protagonistas de la última gala de los Premios Goya. El actor malagueño se alzó con el galardón a Mejor Actor de Reparto por su papel en la premiada El 47 y, apenas unas horas después, sorprendió con su aparición en La Revuelta. Lo hizo con la estatuilla en una mano y una muleta en la otra. «Qué maravilla», exclamó al entrar en el teatro entre aplausos.

Su inesperada lesión no pasó desapercibida para David Broncano, que no tardó en preguntarle qué había ocurrido. «Venía tocadito y...», comenzó diciendo Reina, sin dar demasiados detalles sobre la celebración de su gran noche. Sin embargo, sí explicó que había visitado al médico antes de la gala. «Es el menisco. Estaba ya podrido, lesión de pureta. Le dije al doctor que no quería ir a la gala como Fraga. Y me infiltró», relató con humor.

Broncano no dejó pasar la oportunidad de bromear: «Mucha gente va infiltrada a los Goya», lanzó entre risas. Reina, por su parte, reconoció que la anestesia hizo efecto durante la gala, pero no tanto al día siguiente: «No me dolía, ¿eh? Pero por la mañana sí».

El programa también sirvió para repasar la histórica victoria de El 47, que compartió el premio a Mejor Película con La infiltrada, de Arantxa Echevarría. En ese contexto, Grison lanzó un juego de palabras: «Se llevó dos Goya: el suyo y el de La infiltrada». Broncano no quedó del todo convencido. «No me parece bien. Pierde fuerza», criticó entre risas.

Reina admitió que el galardón lo tomó por sorpresa: «Cómo lo gané... No se lo esperaba nadie, ni yo. Al cuarto que me lo dijo, le comenté que aflojaran con el tema, que tan mal no lo había hecho». También confesó que, en un primer momento, no quería subir al escenario: «Quería correr. Me emocioné mucho. Porque me recondujo Antonio Banderas, si no...».

El momento se revivió con imágenes comentadas, lo que llevó al actor a bromear: «Qué vergüenza más grande». Incluso surgieron comparaciones con Montoya, el célebre participante de La isla de las tentaciones.

El actor quiso invitar a una caña al público, pero la idea quedó descartada en el teatro, así que repartió caramelos. Y, como es costumbre en La Revuelta, llegó la clásica pregunta sobre su vida íntima. «Siempre te basas mucho en la cantidad», replicó a Broncano. «Venía a hacerte una propuesta... Hay variables que no tienes en cuenta. Por ejemplo, hay masturbaciones y masturbaciones. Algunas por estrés y otras más reposadas. Teniendo en cuenta todo esto... 0. Perdona, no. 1. Que nos has tenido mucho tiempo esperando en el camerino», zanjó entre carcajadas.

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