Los guipuzcoanos demuestran que sí la saben meter

Los pistoleros de cada equipo, Jaworski y Hoover, fueron los máximos anotadores y de sus manos salieron triples inverosímiles. Once anotaron entre ambos. Pero el partido no se puede entender sin el sabor y color guipuzcoano. Los tres triples de Aitor Zubizarreta sin fallo en un segundo cuarto de delicia baloncestística por los locales o los doce puntos y seis rebotes con los que acabó Manex Ansorregi. Es increíble lo que es capaz de hacer el azkoitiarra sobre la pista. Sus gemelos le pueden llevar a arreglar un tornillo del techo retráctil del Angulas Aginaga Arena.

Si hablamos de multiusos, muy cerca de donde nació Manex, encontramos al CEO de este gremio: Xabier Oroz Uría. Seis puntos, seis rebotes, cuatro asistencias, un robo, ninguna pérdida y un ejercicio de solidez a prueba de bombas. Con Mikel Motos y sus once tantos como maridaje perfecto para jolgorio de los seguidores del GBC.

Seguro que Beñat Hevia e Ibon Guridi lleva repasando horas cada acción de un partido donde no estuvieron brillantes. Tampoco pasaron en pista mucho tiempo. Si están a su nivel contra el Castelló el sábado que viene, seguro que la rabia de hoy se convierte en alegría.

Las dobles figuras de Delas marcaron el juego cerca del aro, aunque, como el baloncesto actual, el derbi se desniveló desde el triple. Detrás del arco el Juaristi hizo lo que hacen las mandas de lobos: seguir a su presa sin descanso. Y se puso a tiro de dar la vuelta al partido. Pero el tiburón Jaworski, con tres arriba y un minuto por jugarse, olió sangre. Y ya saben cómo son los escualos. No dejó tiempo a que el Juaristi se escapara. Clavó un triple y el partido acabó.