Una fiesta «redonda» y multitudinaria

A la espera de que se ofrezcan los datos de la tercera etapa, la que salió desde Amorebieta, que recorrió la costa guipuzcoana y acabó el Baiona, el Gobierno Vasco cifró ayer en 658.000 las personas que han salido a la calle a disfrutar del paso de la ronda gala –la primera etapa, con inicio y final en Bilbao, congregó en las carreteras de Bizkaia a 364.000 espectadores, y la segunda, que partió de Álava y llegó a San Sebastián, 294.000 aficionados–. Una estimación aproximada, de acuerdo a esas dos primeras etapas, acercaría a 900.000 aficionados los que han aplaudido a los ciclistas. «Ha sido una gran fiesta, se ha cumplido un sueño», celebró ayer el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria. «Ha sido una gran celebración», insistió.

La inversión de doce millones del Ejecutivo autónomo debería tener retorno y, como sucediera el año pasado con la salida de la ronda gala desde Dinamarca, las imágenes de público a rebosar en ambos lados de la calzada, han sido el denominador común. «Euskadi ha aprobado y con nota un reto sin precedente», confesó Josu Erkoreka, vicepresidente primero y Consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, dejándose en el tíntero que el Tour de Francia a salió de San Sebastián en 1992.

El consejero quiso agradecer a todos los grupos implicados, desde agentes policiales hasta trabajadores de Osakidetza o Emergencias, su «gestión impecable», aunque quiso hacer«una mención especial» a los ertzainas –casi 2000 agentes diarios–, de los que dijo, «una vez más, han demostrado, que forman parte de una policía integral y cualificada, capaz de afrontar cualquier reto de la seguridad pública que se les presente». Según Erkoreka, la Ertzaintza ha mostrado «compromiso, responsabilidad y dedicación» tras el «trabajo riguroso y minucioso» realizado.

Erkoreka destacó además el trabajo «altruista y generoso» de las 1.600 personas voluntarias, denominadas 'Tour Lagunak', que han ayudado a completar el operativo de seguridad. Según Erkoreka, ninguno de los 2.190 puntos de corte (rotondas, curvas, vías de acceso...) por cubrir han quedado vacíos.

Asimismo, felicitó a la ciudadanía en general, por su compresión y «comportamiento ejemplar» pese a las numerosas «molestias» a la movilidad.

En los mismos términos se manifestó a este periódico el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, muy satisfecho del paso de la gran carrera por la ciudad tanto en la llegada del domingo, como en su paso el lunes camino a Baiona. «Todo ha transcurrido muy bien. Los ciudadanos y ciudadanas han salido a disfrutar y a mostrar lo orgullosos que están de nuestro país que ha ofrecido una imagen al mundo excepcional. Ha merecido la pena sin lugar a dudas», subrayó con rotundidad, quien acogió la llegada de la segunda etapa y luego el paso de la tercera. «Los ciudadanos en general han entendido que merecía la pena y era una oportunidad para disfrutarla y se han lanzado a las calles a disfrutarla. Más allá de las afecciones que puede tener un evento de estas características lo que ha prevalecido ha sido la gran fiesta que ha sido la llegada del Tour a Donostia».

Goia estuvo muy cerca del director del Tour, Christian Prudhomme, quien «estaba exultante el domingo por la tarde», en palabras del edil jeltzale. «Los preparativos siempre son complicados, él (Prudhomme) estaba nervioso la semana anterior, y aquí se desahogó. Nos felicitó. Nos dijo que era una absoluta maravilla, que la estampa que había ofrecido el final de etapa, que solo aquí pasan estás cosas. Estaba exultante», indica el alcalde.

Prueba del gancho del Tour de Francia son las cifras. Por la 'Fan Park', el espacio destinado en El Arenal de Bilbao para que los aficionados disfrutasen de la fiesta, pasaron 106.300 personas, lo que supone un nuevo récord, que estaba en manos de Bruselas 78.000 asistentes, según desveló Zupiria.

Pero ha habido más. El seguimiento en televisión de estas dos primeras etapas también ha sido notable. Según los datos de la organización del Tour que ofreció Zupiria, un millón de telespectadores de media siguió la carrera en España. En Alemania se congregaron ante la televisión una media de 1,3 millones de televidentes, más que los 800.000 de Bélgica y los 600.000 de Dinamarca.

Y más espectaculares son los datos en la casa del Tour, Francia. Tres millones siguieron con atención la 'Grand Départ', con picos de hasta 4,6 millones en los últimos kilómetros, cuando los hermanos Yates lograron escaparse del grupo de favoritos para presentarse en solitario en la meta en Bilbao.

Más interés todavía despertó en el país vecino la segunda etapa, la que acabó en San Sebastián, en una abarrotada zona del Kursaal, en la que se impuso un francés, Victor Lafay. La media subió a 3,8 millones y en los momentos cumbre se llegó a los seis millones, lo que supone un 51% de share.