Adelantarse a los acontecimientos

Mientras tanto, Philipsen remató por cuarta vez. Fácil, muy fácil. El de ayer no fue un sprint sencillo. Sin compañeros ya a dos kilómetros de meta supo buscarse la vida, no sin arriesgar. Una etapa donde apareció la lluvia, aunque no en su parte final, y donde alargó el ratio de peligrosidad hasta el final intentando salvar un corte muy previsible. Al final no ocurrió nada, menos mal. Jumbo con Vingegaard estuvo muy atento, dejando plumas, pero manteniendo en orden el campamento. No hay como coger la iniciativa. Puede parecer una frase muy lapidaria, pero si quieren se la presto para la vida cotidiana, da sus frutos, háganme caso. Además es gratis.

El belga apunta alto. Un estilo de sprinter eficaz y elegante a su vez. Ya no vemos aquellos 'trenos' de los Petacchi, Mario Cipollini y compañía, hombres que utilizaban a tres compañeros en el último kilómetro. Una técnica esta obsoleta en los tiempos que corren. La competencia y las estrictas técnicas de los rivales, todos reforzados, destruyen la lógica de la punta de lanza y estructuran el gran grupo en forma lineal paralela. En ocasiones no somos capaces de identificar cual es el equipo que lleva la batuta. Van der Poel, ahí es nada, es su hombre de confianza. He leído que pacta desde ya un acuerdo de no agresión con él. Algo difícil de entender, contradictorio a más no poder, ya que hablamos de un belga y un holandés. No sé cómo sentará todo esto en casa de Van Aert y compañía.

El caso es que ahora mismo estamos ante el ciclista que apunta a romper algunos registros sellados a golpe de pedal y riesgo por Marc Cavendish. Solo con parecerse al de las Islas Man ya será todo un éxito. Hablamos de un ciclista con 34 victorias en el Tour. Como decía Julito Barcina (ciclista en su día del equipo Euskadi), «apunte y no pregunte».

Les recomiendo un documental producido por Eurosport donde podrán conocer al Cavendish familiar, cercano, amigo de sus amigos. Siempre hemos tenido la imagen del sprinter como un ser alocado, sin miedos, donde el riesgo iba tatuado en sus ojos. Pero les juro que nada más lejos de la realidad. Valor no les falta, eso va en el ADN. Tengo claro que el sprinter no se hace, sprinter se nace. Mucha vida repleta de victorias para Jesper, así lo deseamos porque nosotros también las disfrutaremos.

Y hoy más. ¿Habrá 'sorpasso'? Tras lo ocurrido en la jornada de Issoire la motivación de muchos va a ser máxima. Un trabajo de pizarra nada fácil de ejecutar tanto para los cazaetapas como para los de la general. La anticipación es clave, nada se puede dejar al azar. El estigma de la improvisación puede llevarte a perder todo lo conseguido durante once etapas. Más que el qué, la cuestión es planificar el cómo.

Seguro que ayer noche las reuniones de dirección, primero en solitario, posteriormente con los capitanes, no estuvieron faltas de ingeniería. Todos los recursos de telemetría almacenados tras la valoración diaria, servirán de muy mucho a la ahora de tomar decisiones. La salida de Vulcania registró la solvencia de algunos y las miserias de otros, un dato, llamémosle x, complicadísimo de aislar. Datos en conjunto necesarios para resolver la ecuación.

Así es el ciclismo. ¿no es maravilloso? Ni las matemáticas ni la inteligencia artificial se adelantaron a los acontecimientos. Un metaverso sobre ruedas sello de una identidad propia. Disfrutémoslo.