Vikingo sin fisuras

Con lo poco que le queda de equipo tras la baja de Majka –el mejor apoyo de Pogacar en montaña– y el fuera de control de Soler, UAE hizo pasar un mal rato a Jumbo. El líder se quedó sin ningún compañero a su lado. De todas maneras, los de Gianetti y Matxin carecen del poderío suficiente para plantear un ataque como el del conjunto neerlandés el día del Galibier y del Granon. Su única solución para desbancar a Vingegaard es endurecer lo máximo posible la carrera y obtener provecho de un tú a tú entre los dos corredores más fuertes del Tour. La diferencia entre ellos y el resto queda patente cuanto más rápida va la carrera.

Noticia Relacionada

Vingegaard y Pogacar corren en el futuro

La segunda jornada pirenaica deparó ciclismo vibrante, con un McNulty excepcional al servicio de Pogacar. Para redondear el día solo faltó un ataque del esloveno más consistente que el acelerón en los últimos metros del penúltimo puerto, con la esperanza seguramente de tomar unos metros de ventaja y apretar en el descenso. La respuesta de Vingegaard fue de diez. No se pone nervioso ni cuando se queda solo.

Vi cansado a Pogacar en la línea de meta. No me habría extrañado el triunfo de Vingegaard en una llegada similar a la de La Planche des Belles Filles por pendiente y por desenlace. Por cierto, me dan miedo esos pasillos tan estrechos de gente. Cualquier bandera o cualquier despiste de un espectador puede hacer perder el Tour a cualquiera de los dos grandes candidatos. Lo sucedido en Alpe d'Huez fue lamentable y lo de este miércoles tampoco me gustó. Hay que dar una vuelta a esa cuestión.