El Athletic celebra la fiesta de la Copa con una bilbainada en las calles

Fiesta sorpresa anoche en Bilbao con los jugadores del Athletic Club como grandes protagonistas. «Una pregunta, ¿os vais a casa ya o no?», preguntó Iker Muniain micrófono en mano y a hombros de un aficionado. Y los centenares de personas que se conglomeraron anoche en los céntricos Jardines de Albia sentenciaron con un ruidoso: «Nooooo». Porque hacerse con una Copa del Rey cuarenta años después bien merecía un baño de masas y, a la espera de que este jueves el Athletic se embarque de nuevo en la gabarra, los jugadores no pudieron esperar para salir este martes por la noche a las calles de la capital vizcaína a disfrutar mano a mano con su afición.

El capitán athleticzale ejerció como maestro de ceremonias en una kalejira que surcó las calles desde Henao hasta los jardines y en la que sonó la trompeta de Villalibre y la de su 'electrotxaranga'. Todo acompañado por himnos como 'Txoria txori', 'Txus', 'Corazón de tango' o 'Sarri, sarri', que emergían de un equipo de música portátil.

Una fiesta sorpresa, de andar por casa, que comenzó con un improvisado vídeo. Iñaki Williams publicaba un directo de Instagram en que se le veía de celebración por las calles de la capital vizcaína acompañado de Dani García, Sancet, Lekue, Unai Gómez, Vivian, De Marcos, Muniain y Yuri, y las redes comenzaron a arder en su busca.

Esa misma mañana el equipo había cumplido con su visita protocolaria a las Juntas Generales, equipados con el uniforme oficial, para fotografiarse con la Copa bajo el Árbol de Gernika. Saludos formales y solemnes que por la noche se rompieron con la espontaneidad que merecía la ocasión. Aunque en un principio parecía ser una fiesta privada, la 'convocatoria' terminó por extenderse en una juerga colectiva en la que no faltaron canciones, pogos, jugadores a hombros y discursos emotivos. Las redes se llenaron con vídeos de la celebración y muchos alucinaban con que eso pudiera estar ocurriendo verdaderamente.

Mikel Vesga homenajeó a su compañero en el grupo musical Orsai (y colega en el campo) Dani García, llevando su camiseta durante el festejo. Unai Gómez bailó 'Sarri, sarri' a todo trapo lo que casi provocó que se le saltaran las grapas de la cabeza (en la final se golpeó con Muriqi). Se le cantó al txingurri Valverde. Y Muniain vaciló al mayor de los Williams cuando le recordó aquello de «un Colacao y a dormir».

«Estamos locos», decía Yuri Berchiche. «La multa la pagamos entre todos, ¿no?», añadía Lekue. Y es que aunque toda la juerga estuvo bien controlada por la Ertzaintza y la Policía municipal, pocos daban crédito a la espontánea celebración que probablemente para todos resultó inolvidable. «Por favor, por favor, no os pongáis en medio de la carretera que nos van a echar la bronca», rogaba el lateral a la hinchada.

Más allá de cualquier color, lo de anoche fue algo inimaginable en tiempos del fútbol moderno. Una 'bilbainada' en toda regla en la que jugadores y aficionados celebraron como una única cuadrilla. «Esta tarde hemos decidido calentar motores para la gabarra de modo espontáneo y ha sido increíble vivirlo con todos vosotros. Una gozada la respuesta de la gente, su cariño, su trato, su respeto y hasta su colaboración», quiso agradecer el capitán en sus redes sociales después de la noche vivida.

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