El Athletic se juega hoy su futuro

De la misma manera, la figura del técnico deriotarra se ha analizado por activa y por pasiva. Su situación antes del choque contra el Betis sigue dando pie a muchas especulaciones. Aún así, parece claro que hay tres opciones posibles. Una victoria calmaría las aguas y daría al técnico un margen de error a la espera de las siguientes jornadas. Un empate o una derrota inmerecida le dejarían a expensas de ganar en Getafe. Y una derrota muy fea, de esas que sepultan la moral de los aficionados con la sospecha de que los males de su equipo no tienen remedio, podría condenarle. Y utilizamos el condicional porque tampoco sería tan seguro como algunos afirman. Hay que tener en cuenta que Garitano continúa teniendo en Aitor Elizegi a un gran valedor, lo mismo que en Rafa Alkorta. Y a ambos les sigue chirriando mucho cesar a un entrenador como el deriotarra en la novena jornada.

Sea como fuere, nadie discute que los rojiblancos afrontan hoy una de esas citas con las que, al cabo de los años, los periodistas hacemos retrospectivas sobre las grandes encrucijadas del equipo. Hablamos de partidos de alto voltaje donde, más que los tres puntos, lo que está en juego es la continuidad de un proyecto. Ni más ni menos. La presión, por lo tanto, es altísima ante un rival difícil de desentrañar a día de hoy. Desde su último ascenso a Primera, el Betis ha perdido en sus cinco visitas a San Mamés. No se les da bien a los verdiblancos La Catedral, quizá en reciprocidad a lo mal que se les da también a los rojiblancos el Benito Villamarín. El de esta temporada, sin embargo, es un Betis diferente, con el toque especial de Manuel Pellegrini.

Por el momento da la impresión de ser un equipo todavía por hacer, con los andamios puestos. Tiene talento en los despliegues ofensivos y es valiente tirando alta la presión y su línea defensiva, pero también está sufriendo graves desajustes en la retaguardia; hasta el punto de ser el segundo equipo más goleado de la categoría (17), casi dos por partido.

El Athletic, lógicamente, está obligado a explotar esta debilidad, al igual que las bajas de Fekir y Canales, dos jugadores capitales del equipo andaluz. En su comparecencia de ayer, Gaizka Garitano se refirió a la imperiosa necesidad de su equipo de mejorar en las dos áreas. Y nadie se lo puede discutir. Las cosas como son: o los rojiblancos elevan su producción ofensiva y disminuyen los errores defensivos que tanto les están penalizando o cualquier partido será para ellos un cara y cruz. Eso en el mejor de los casos. En el peor, una sentencia de muerte.

Nunca es fácil gestionar los paseos por el alambre. Hay que tener el pulso muy firme. Los jugadores del Athletic saben lo mucho que hay en juego esta noche y la exigencia que se les plantea. Deben saberlo sobre todo los futbolistas fijos, los indiscutibles de Garitano. Hoy volverán a ser ellos, para la bueno o lo malo, los protagonistas del encuentro.