El futuro de Gaizka Garitano en el Athletic, cada vez más en entredicho

Ahora bien, el entrenador rojiblanco tiene un problema que puede acabar costándole el puesto si no rectifica a tiempo. Y es que, aunque las circunstancias poco o nada tengan que ver con las de diciembre de 2018, su equipo sigue siendo el mismo que salió del pozo tirando de agallas.

Este Athletic no ha crecido nada en lo futbolístico desde que salvó el cuello. No ha mostrado ninguna evolución relevante en su juego. Y todo indica que no va a mostrarla en un futuro porque Garitano no parece creer en la necesidad de cambiar nada sustancial. De hecho, no se le ha escuchado ninguna autocrítica de fondo por la irritante pobreza del fútbol de sus pupilos. De Vitoria salió lamentando la mala defensa de una jugada a balón parado y de Pamplona, el penalti absurdo de Capa. Dicho de otro modo. Prefirió quedarse en la superficie, en la anécdota, para no ir al fondo de la cuestión: que con la propuesta de su equipo en esos dos partidos –y en bastantes más, desgraciadamente– no se va a ningún lado.

Un equipo abonado a los pelotazos, la brega y el nulo riesgo con el balón se acaba metiendo inevitablemente en un círculo vicioso del que no puede salir.

Así las cosas, no es extraño que el proyecto de Garitano se tambalee y esté cada vez más en entredicho. Lo están al cabo del tiempo todos los que no evolucionan y progresan. Como para no estarlo, por tanto, los proyectos que parecen ir hacia atrás y, lejos de provocar ilusión, causan cada vez más preocupación, aburrimiento y desasosiego. Lo cierto es que el técnico de Derio se encuentra en una situación muy complicada.