El Real Unión quiere alargar su estado de optimismo

Hasta entonces la consigna es el «entrenamiento a entrenamiento» que promulga su entrenador, Aitor Zulaika. La jornada de descanso ha hecho que el 5-0 endosado al Leioa hace quince días haya quedado en el olvido y los txuribeltz tengan que renovar hoy su condición de candidatos a casi todo. «Los jugadores ya están avisados», explicaba el técnico en la previa. «Tendremos enfrente un Laredo competitivo, pegajoso y que no da un balón por perdido».

Los cántabros fueron el primer conjunto que derrotó a los unionistas esta temporada «con hombres peligrosos como Varo, Saúl y dos delanteros listos como Vinatea y Argos».

Una hora y media después del comienzo del choque de los fronterizos será el turno del Sanse, que quiere volver a la senda de la victoria tras empatar a domicilio sus últimas dos citas.

El colista del subgrupo, el Barakaldo, parece la víctima propicia para conseguir ese propósito pero los txuri-urdin tienen motivos para estar alerta ante un adversario con la soga al cuello.

A las dificultades clasificatorias, los fabriles están sumando las derivadas de una pandemia que se está cebando especialmente por Lasesarre. La jornada de descanso y dos partidos aplazados por un caso de Covid han mantenido fuera de combate a los vizcaínos desde el pasado 9 de enero.