«El último partido de liga contra la Santboiana, el mejor en mucho tiempo»

Ampo Ordizia ya ganó 34-32 a la Santboiana en el último partido de la liga regular, el pasado 24 de abril. «Se les derrotó en Altamira y creo que se les puede batir de nuevo, no es ninguna farolada», se muestra convencido Pablo Nadal. «El de abril fue uno de los mejores partidos que recuerdo de los últimos años. Además, ganamos».

Los aficionados ordiziarras estaban preocupados por las pocas entradas de las que disponían. Sin embargo, el jueves llegó la noticia de que habría suficientes para la mayoría de los apuntados. La Santboiana aseguró al Ampo Ordizia una cantidad mínima de 200, pero la demanda de la afición ha sido mayor y la entidad catalana facilitó más localidades al club visitante.

Quien no pueda acudir a Sant Boi tendrá la oportunidad de seguir el partido en una pantalla gigante de 3x5 que se instalará en la plaza de Ordizia. Incluso a los que acudan a Sant Boi de Llobregat y carezcan de entrada para acceder al Baldiri Aleu dispondrán de otra pantalla colocada en la propia ciudad.

Patxi Garmendia ve una evolución del equipo desde la derrota en la semifinal de Copa. «En aquella ocasión El Salvador nos ganaba las touches y eran duros. El pasado domingo no era así. Fuimos superiores hasta en las touches». Aunque Pablo Nadal no olvida como se perdió la penúltima. «Estábamos casi en la línea de 22, nos arrebataron el oval y nos embotellaron en nuestro campo».

Patxi Garmendia cree que El Salvador tomó una mala decisión. «Tenían golpe para empatar, pero prefirieron jugarla a touche en busca del ensayo y la victoria. Asier Álvarez Eulate les robó la touche, se derrumbó e hicieron golpe, Valentín lanzó el balón a la grada... y a la final». Josu Pérez piensa que «para ser aficionado del Ordizia no hay que andar mal del corazón. El sufrimiento está asegurado».

Quién mejor que Pablo Nadal para hablar de la historia del Ordizia, ya que formaba parte de la cuadrilla que creó el club. «La primera tentativa fue cuando teníamos 15 años. Éramos boy scouts, estuvimos tres o cuatro campañas y desapareció. En la cuadrilla teníamos a Eugenio Aiestaran, que era jugador del Atlético San Sebastián. Y mientras comíamos pipas sentados en una silla en la Alameda tuvimos la idea de empezar a jugar a rugby. Después vinieron Moneo y Alfonso Feijóo a entrenarnos, así como los hermanos Errandonea y Yurrita, del Atlético, para ayudarnos. También guardo buen recuerdo del Hernani. Venía Iñaki Quesada. Estaba de entrenador del Hernani y parecía que era el nuestro».

Decidieron sacar equipo nada más terminar las fiestas de Santa Ana, a finales de julio. «El 28 de octubre jugamos el primer partido, después de dos meses de entrenamiento sin conocer nada. Había muy poca gente en la grada y nada más empezar el partido ante el Irun, a los 33 segundos, le pegaron un cabezazo y le rompieron la mandíbula al jugador más alto, atleta y fuerte que teníamos, Xabier Andonegi». El sufrimiento comenzó desde el primer minuto. «A pesar de aquel incidente, fue el año que más unida estuvo la cuadrilla. Lo recuerdo y me emociono».

Pablo Nadal siempre ha estado unido al club como aficionado y también ha formado parte de la directiva. Siempre dispuesto a ayudar. «Siento que el Ordizia Rugby Elkartea es algo mío. Estoy viviendo en una nube. Si hace 50 años nos dicen a esa banda que creamos el club que 49 años después estaríamos en División de Honor, en la final de Liga y con dos Copa en las vitrinas... no nos lo creemos».

Patxi Garmendia ha vivido el rugby con intensidad en casa. Su hermano, siete años mayor, jugaba y él leía las crónicas de los partidos del Arquitectura, Santboiana, Canoe, Ciencias... «Y ahora nosotros somos parte de esa élite».

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