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Julen Martija (Etxeberri, 1997) ha disputado finales del Parejas contra Urrutikoetxea e Imaz, pero ahora le llega el toro más bravo, Zabaleta.
– ¿Qué ha cambiado de ese Julen que comenzó bajo al notable Martija de las últimas semanas?
– Antes del Parejas no estaba ... mal, las sensaciones eran muy buenas. Iba con confianza. El primer partido jugué con Danel, hicimos un partido muy malo y cuando pierdes tan fácil te cuesta durante la semana. No soy de darle vueltas, pero me costó. El segundo partido, lo mismo. El tercero, igual... No había manera de cambiar y la confianza era muy baja.
– ¿En quién se apoyó?
– Esas tres semanas malas hablé con Jokin todos los días. Te acercas a la familia, amigos, a mi novia, que vivo con ella. Altuna III me decía que no iba a ser fácil. Nos pusieron como favoritos y eso no nos vino bien después de perder un par de partidos. Siempre soy positivo, pero piensas en las cosas malas cuando entras en esa dinámica.
– Se habla mucho de la regularidad de Jokin, pero usted lleva años a buen nivel.
– Si algo me caracteriza desde pequeño es eso, que soy regular. Siempre he fallado poca pelota, soy seguro. Sé que no tengo el golpe de otros zagueros y cada uno debe aprovechar lo que tiene. El año pasado no estuve bien porque sufrí mucho de manos. Ahora estoy en uno de mis mejores momentos, me sale bien la pelota y estoy disfrutando.
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– Aprovecha las finales a las que llega.
– Dos de dos, sí, y espero que sean tres de tres. Está difícil, pero he ganado las dos veces que he llegado. Estoy súper contento, ganar la primera para mí era algo increíble y la segunda con Jokin ni qué decir. Sabía que podíamos hacerlo bien. Cuando juegas con Jokin sabes que puedes hacer un gran campeonato si das la talla. Pero aquí todas las parejas juegan un montón y hay que demostrarlo.
– Los zagueros solo tienen una bala. ¿Es más difícil todavía alcanzar la final?
– No sé, nosotros solo jugamos el Parejas. Por eso lo pasé mal el año pasado. No estás bien, las semanas pasan, nos das la talla y sufres bastante. Esta edición, al revés, ha ido todo rodado. El verano es importante, pero el Parejas es el más largo y prestigioso. Son cuatro meses y si llegas a la final quiere decir que has estado genial.
– Se ha medido a Urrutikoetxea e Imaz en las finales. ¿Preparado para vérselas con Zabaleta?
– No me había tocado, no. Hemos hablado entre los dos, que jugábamos una él y otra yo, y por fin coincidimos. Tengo ganas de jugar contra él porque es el mejor. Estando bien juega una barbaridad. Los últimos años está jugando mucho. Con la izquierda quita un montón y falla muy poco.
– ¿Ve a Zabaleta más completo?
– Sin duda. De golpe diría que está igual. Cuando tienes 19 o 20 años el golpe quizás es más fresco –«juega el triple que hace siete años, hombre!», salta Altuna III–. Falla mucho menos, ahora te quita con la izquierda muy fácil. Antes tenía momentos en los que fallaba pelotas y te daba facilidades. Ahora cubre un montón y físicamente está como un toro.
– ¿En el Navarra Arena se puede hacer más daño que en otros frontones?
– Puede ser, sí. Atrás la pelota viene como un tiro del seis para atrás, coge mucho bote y te manda al rebote. Es exigente porque anda mucho la pelota. Viendo cómo está Jose, será complicado. Necesito aprovechar todas las que tenga adelante.
– ¿Cuando viene un castañazo de esos de Zabaleta qué hace?
– Apretar los dientes y venga. El golpe más difícil para llevar es el suyo. Quizás no consigue tanta altura como los de Mariezkurrena II, pero el de Zabaleta es mucho más violento. Te viene a medio frontis pero a una velocidad terrible, tienes que meterla bien en la mano.
– ¿Es Jokin un jefe exigente?
– (Risas). No, no me puedo quejar. Hay veces que no tenemos ni que hablar porque sé lo que va a hacer. Valoro más que se acerque y me ayude cuando estamos mal. He tenido partidos malos y él siempre viene y me anima, pensando en el siguiente tanto y olvidando lo que ha pasado.
– Peio decía que es fácil jugar con Jose. Entiendo que es parecido es parecido en vuestro caso.
– Pues sí, con Jokin todo es sencillo. Ya sabemos lo que juega, una barbaridad. Te deja pelota adelante para que luego goces, pero al final en la pareja somos dos y tenemos que dar la talla.
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– ¿Esperaba estos números? Pelea con Zabaleta, Mariezkurrena II, Rezusta, Albisu...
– No esperaba estar a la altura de esos que nombras, no. Cuando debuté solo pensaba en hacerlo lo mejor posible. Sabía que no tengo las cualidades de otros y no pensaba estar donde estoy ahora. Cuando ganas un Parejas la cabeza hace un clic y te dice que por algo estás ahí. Son méritos tuyos. Siempre soy positivo y pienso que puedo pelear con cualquiera. Estar en la tercera final es increíble, intento prepararme a tope porque ves que si entrenas puedes estar arriba con los mejores zagueros.
– No se habla tanto de usted. ¿Le parece injusto?
– No sé, no me molesta. Zabaleta y Mariezkurrena II son dos pegadores y en la pelota llama más la atención alguien que mete unos pelotazos terribles. La gente ve que son muy buenos. Cada uno juega a su manera, pero hay que tener en cuenta las cualidades de otros pelotaris. No diría que por poseer otras cualidades sea mejor o peor que otros zagueros. Somos menos vistosos. Cuando un zaguero no es pegador parece que no puede llegar arriba. Y eso no es así. Mira Imaz, también tiene dos finales.
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