Garbiñe Muguruza: una maestra con raíces guipuzcoanas y seguidora de la Real Sociedad

Sus padres eran unos apasionados del deporte. «Les encantaba el tenis, mi hermano progresaba mucho y vieron que en España es un deporte más popular que en Venezuela. (...) En la academia fui ganando y progresando. Mis hermanos dejaron el tenis y me convertí en la última esperanza familiar», ha declarado en alguna ocasión.

Pese a que la pequeña Garbiñe naciera al otro lado del 'charco', volvió a España para dar sus primeros pasos en la Bruguera Tennis Academy de Barcelona, bajo la tutela del irundarra Alejo Mancisidor –su entrenador desde principios de esta década y con el que llegó a debutar como profesional en 2011. La coincidencia con Mancisidor también le ayudó a recuerda sus orígenes vascos. De hecho, en Eibar tiene todavía a parte de su familia. Su residencia en Barcelona facilitó los viajes de la familia Muguruza Blanco a Gipuzkoa.

La propia tenista ha mostrado en más de una ocasión su simpatía y afición por la Real Sociedad, y posó en abril para este periódico con la camiseta txuri-urdin en la previa de la final de Copa ante el Athletic. Además, seis años antes, en 2015, Muguruza fue invitada por el club txuri-urdin a Anoeta para realizar el saque de honor en los prolegómenos del encuentro entre la Real y el Eibar. Se le reconoció así su excelente temporada, en la que acabó el año en la tercera posición del ranking WTA, puesto que vuelve ahora a ocupar tras llevarse la WTA Finals o 'Torneo de Maestras'. La joven tenista de sangre guipuzcoana recibió un cariñoso homenaje de la afición realista y, antes del partido, el presidente, Jokin Aperribay, le obsequió con una camiseta firmada por todos los jugadores del primer equipo. Su agente de comunicación también es donostiarra, la periodista Cecilia Casla, que ha colaborado con este periódico y que le ha acompañado estos días en México.

De la mano de Casla, la jugadora visitó hace ahora siete años las instalaciones de El Diario Vasco, donde atendió con amabilidad a todos los trabajadores y relató sus vivencias, en un momento en el que empezaba a mirar alto en el tenis mundial. Todas las veces que ha visitado Euskadi ha recibido el cariño que esperaba y ella, más allá de su profesionalidad, siempre ha respondido con atención y amabilidad. En todas estas visitas, además, Muguruza expresó su sentimiento y recordó que «me gusta que me digan 'la tenista vasca'».

La deportista además es una aficionada al mundo de la moda, con el que ha colaborado en varias ocasiones. Una de sus últimas campañas ha sido para Stella McCartney y Adidas en 2019. A sus 28 años, acaba de conseguir uno de los títulos más especiales de su carrera, junto al trofeo de Roland Garros en 2016 y el de Wimbledon en 2017. Ninguna española había alzado el trofeo de Maestras que se celebra a final de año para elegir a la mejor jugadora del año y en el que derrotó en semifinales a la catalana Badosa. Antes que ella, había tenido opción Arantxa Sánchez Vicario en 1993, año en el que precisamente nació Muguruza, pero fue derrotada por la alemana Steffi Graf.