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Lo que para unos es blanco para otros es negro. El IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) alcanzado el lunes entre CEOE, Cepyme, CC OO y UGT en Madrid puede servir, según los sindicatos firmantes, de revulsivo para reactivar la negociación colectiva en Euskadi. Sin embargo, tanto la patronal vasca, Confebask, que está integrada en la CEOE, como las centrales nacionalistas enfrían dichas expectativas e incluso las meten en el congelador, ya que defienden que la realidad vasca es otra y que incluso, en muchos aspectos, los contenidos de los convenios que se suscriben en la CAV superan lo establecido en el acuerdo estatal.
Aunque no siempre es así, como ocurre con la subida salarial pactada en Gipuzkoa hasta abril -últimos datos oficiales-, que se queda en el 1,4%, lejos del 2% recomendado en la parte fija por el acuerdo estatal, que suma otro 1% variable. Con todo, los últimos acuerdos sectoriales, que aún no figuran en las estadísticas del CRL, elevan esa cuantía por encima del 2%.
El problema fundamental en Euskadi es y sigue siendo -a pesar de que en los últimos meses se han desbloqueado algunos convenios- que aquí el ritmo de la negociación colectiva es menor, con tan solo el 32,7% de los trabajadores con sus condiciones actualizadas hasta abril. El 17,1% tiene los convenios decaídos y el 50,2%, prorrogados y pendientes de renovar.
A esas dificultades para acordar convenios se une un Diálogo Social que además de nacer amputado desde la parte sindical, se rompió en abril tras el acuerdo por el empleo y la cualificación suscrito entre Confebask y el Gobierno Vasco, con lo que ha quedado dinamitado el único puente que existía para lograr consensos entre la patronal vasca y CC OO y UGT, aunque podría reconducirse, como adelantó este periódico. Con todo, no hay que olvidar que las centrales de ámbito estatal apenas alcanzan un tercio de la representación sindical de Euskadi, con lo que llegar a un acuerdo similar al del Estado en la CAV, eso sí adaptándolo a sus características, es impensable, dada la frontal oposición de ELA y LAB. Pero vayamos por partes. ¿Cómo está la negociación colectiva en la CAV?
Reactivación. La negociación sectorial en Euskadi, que había avanzado con cuentagotas en los dos primeros meses del año, siguiendo la estela del ejercicio pasado, se reactivó a partir de marzo, como constata el Consejo de Relaciones Laborales de Euskadi (CRL) en su último informe bimensual. El avance registrado en marzo y abril ha permitido que en los cuatro primeros meses del año la población trabajadora con sus convenios actualizados alcance las 187.746 personas, lo que supone 20.000 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Esta reactivación ha hecho que el 32,7% de la población trabajadora tenga convenio de vigencia ordinaria, 10,2 puntos más que el año anterior.
Y es que si en los dos primeros meses tan solo se registraron dos convenios sectoriales, en marzo y abril se firmaron cinco más. Un avance, que afectó sobre todo a Bizkaia y también a Alava, pero que fue muy escuálido en el caso de Gipuzkoa, ya que tan solo se rubricó un acuerdo sectorial, el de Limpieza Viaria, que da cobertura a 1.028 personas.
Sin embargo, las tornas cambiaron en mayo, ya que los acuerdos alcanzados en Construcción, con 17.000 afectados, según los impulsores del mismo, aunque el CRL computa únicamente 5.455; en Alojamientos (hoteles), con 2.500, y en Comercio del Textil, con 1.700 personas, han dado un fuerte arreón a la negociación sectorial del territorio. En su conjunto, los siete acuerdos alcanzados en mayo suman 22.043 trabajadores.
Si tomamos los datos del CRL, el avance registrado en Gipuzkoa hasta mayo ha permitido actualizar las condiciones laborales del 27,69% de la población afectada por convenios sectoriales con vigencia prorrogada y que tenían pendiente de renovar este año sus acuerdos. Quedan todavía 29.660 empleados.
Además de ellos, hay 54.427 trabajadores guipuzcoanos que tienen sus convenios sectoriales decaídos. Entre ellos, destaca el del Metal, que afecta a 30.000 personas; Hostelería, con 11.150 afectados, y el de Oficinas y Despachos, que da cobertura a 11.000 personas, aunque 6.000 se encuentran sin ningún convenio de referencia y otras 5.000 al amparo del acuerdo de ámbito estatal, según señala el CRL. Por lo tanto, aunque el avance de la negociación sectorial en el territorio es significativa, todavía queda mucho camino por recorrer.
A los convenios sectoriales hay que sumar los de empresa. En Gipuzkoa, habían renovado sus condiciones hasta abril -todavía no hay datos de mayo- un total de 1.296 trabajadores y otros 9.197 tenían actualizados sus acuerdos en pactos firmados años atrás, pero todavía quedan otros 18.475 por renovar este año.
Freno a la estatalización. Hay otro dato positivo en este arranque de año y es que el avance de la negociación vasca ha sido mayor que la estatal con incidencia en Euskadi, ahuyentando así los temores creados al final de 2017, cuando por primera vez en la historia la negociación estatal dio mayores frutos. En concreto, los acuerdos registrados en la CAV han afectado en los cuatro primeros meses a 36.433 trabajadores, frente a los 24.178 de los suscritos en el Estado que inciden en Euskadi.
Subidas superiores. El acuerdo estatal suscrito esta semana realiza una recomendación salarial fija del 2% más un 1% variable ligado a conceptos como la productividad o los resultados. Tanto Confebask como los sindicatos nacionalistas se han apresurado a señalar que los incrementos pactados en Euskadi son superiores. Y si observamos los datos que ofrece el CRL en su último informe, así es, ya que los convenios registrados en el año en la CAV -que es con los que habría que comparar estrictamente- incluyen un incremento del 2,27%. Eso sí, en los acuerdos sectoriales las subidas son mayores (2,36%) que en los de empresa (1,60%). Aunque la realidad no es homogénea por territorios. Los acuerdos suscritos en Álava ofrecen un incremento del 2,47%, el más elevado; en Bizkaia se limitan al 2,31%, pero en Gipuzkoa se quedan en un 1,40%, con lo que está a seis décimas de la orientación fija marcada en el acuerdo estatal. También hay que matizar que los últimos convenios renovados en nuestro territorio, como son los de Construcción, Alojamientos y Comercio Textil -cuyos registros en el CRL figurarán en los siguientes meses, ya que hay un decalaje en el registro- incluyen subidas salariales superiores al 2%. En concreto, el de Construcción establece el IPC+0,4% (1,5%) y un incremento lineal de 500 euros; el de Alojamientos, un 2,2%, y el del Textil un 2,6%.
Los trabajadores vascos afectados por acuerdos firmados en el Estado tampoco salen bien parados, ya que en lo que respecta a los convenios suscritos este año la mejora salarial apenas alcanza el 1,81%. Así, el cómputo general arroja un 2,09%, prácticamente la cifra fijada por el acuerdo estatal. Y si nos fijamos en los convenios vigentes en el año, es decir en aquellos que se firmaron con anterioridad, los aumentos salariales son más moderados. En los firmados en la CAV se quedan en el 1,85%, siendo también en este caso Gipuzkoa el territorio con los incrementos más bajos (1,61%), aunque ni Bizkaia ni Álava llegan al 2%.
Mejores condiciones. Más allá de la cuestión salarial, ELA y LAB insisten en que los acuerdos que se suscriben en Euskadi establecen mejores condiciones que las fijadas por el AENC, y es que en su mayoría incluyen cláusulas antirreforma laboral, como la ultraactividad indefinida o que no se puedan realizar inaplicaciones en las empresas si no es con el acuerdo de las partes. En lo que respecta al primer tema el AENC sugiere al Gobierno de Pedro Sánchez que fije por ley que los pactos mantengan la vigencia mientras se negocian, aunque cualquiera de las partes puede decidir que la negociación está agotada y por tanto instar a la mediación obligatoria o al arbitraje voluntario. Y en lo relativo a las inaplicaciones, también le piden al Ejecutivo que los convenios de empresa no prevalezcan sobre los de ámbito superior.
En cualquier caso se trata de competencias que tendrá que regular el nuevo Ejecutivo, que ha renunciado a derogar la reforma laboral y se limitará a realizar algunos retoques. Otro logro que esgrimen los sindicatos nacionalistas es el referente a la subcontratación. Un aspecto que han logrado limitar por convenio y también subrogar las condiciones de dichos trabajadores, como ocurrió en el de Alojamientos de Gipuzkoa. Este punto se incluye también entre las recomendaciones que realiza el Acuerdo estatal al Gobierno para que lo regule.
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