El conflicto en la planta de Mercedes-Benz Vitoria por la negociación del convenio comienza al fin a despejar su horizonte tras una semana de convulsión total. La empresa, según adelantó este viernes en exclusiva este periódico, cederá en una de sus principales exigencias con ... el objetivo de desbloquear las conversaciones y tratar de alcanzar un acuerdo con la parte social, con la que retomará el diálogo el martes. En un trascendental giro, la dirección acabó por renunciar a la denominada 'sexta noche' -un nuevo turno de trabajo de seis noches consecutivas con inicio el domingo-, que se había topado con la oposición frontal de todos los sindicatos.
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Se trata de una cesión clave con la que la empresa «acepta» el requerimiento que le hizo un día antes la mayoría sindical (UGT, CC OO, Ekintza y PIM), que exigió retirar dicho turno como condición 'sine qua non' para llamar a la plantilla -que ha secundado de forma mayoritaria seis días de huelga, la última este viernes- a reanudar la producción y seguir dialogando. Así se recoge en la contestación, a la que ha tenido acceso este periódico, que remitió ayer la dirección de la fábrica a los citados sindicatos. Un gesto que ahondó en la fractura del comité que completa el frente de ELA, LAB y ESK, los cuales se han opuesto desde el inicio al polémico nuevo turno y han impulsado las huelgas de esta semana.
La empresa -señala la respuesta- «acepta las condiciones de la mayoría del comite para propiciar una negociación que fluya en la búsqueda de acuerdo». Con ello «da un gran paso adelante en pos de una salida negociada e insta a la plantilla a recuperar la normalidad, reanudando la producción». Para ello, además, «tomará las medidas de seguridad necesarias para que los trabajadores puedan acudir libremente a sus puestos de trabajo». No en vano, a medida que han ido avanzando las jornadas de paro, han trascendido mensajes de denuncia por parte de empleados por «insultos» y «coacciones» de los piquetes.
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En la respuesta de la dirección a la mayoría sindical, que conforman las mismas organizaciones que firmaron el último convenio en la mayor industria vasca, se recalca que «esta vuelta a la paz social es necesaria para asegurar el futuro de la fábrica e indispensable para conseguir inversión y la posible adjudicación de una nueva plataforma eléctrica». Esto hace referencia a la inyección de 1.200 millones de euros anunciada por la multinacional alemana para la planta vitoriana, condicionada a aumentar unos mecanismos de flexibilidad entre los que precisamente figuraba la 'sexta noche'. De ahí la importancia del cambio de postura. Dicha adjudicación «sería un paso decisivo para el futuro de nuestra fábrica y una gran oportunidad para los empleados. Supondría asegurar la carga de trabajo para las próximas décadas con nuevos productos». La «tarea pendiente», concluye el mensaje de contestación, «sigue siendo firmar un convenio colectivo que habilite el futuro de nuestra planta».
Ese «gran paso adelante» por parte de la factoría que dirige Emilio Titos se produjo con la compañía parada por sexta jornada. En el día previo, había tenido lugar el enésimo desencuentro entre la parte empresarial y la social tras plantarse la primera y exigir el fin del paro para seguir negociando.
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Reflejo de la creciente tensión en el seno del comité, cada frente reaccionó a ese plante de forma distinta. Mientras UGT, CC OO, PIM y Ekintza exigían a la dirección suprimir la 'sexta noche' para volver a sentarse, ELA, LAB y ESK anunciaron tres días más de huelga y pidieron apoyo al resto.
La bronca subió de tono cuando el viernes se conoció que Mercedes retiraba el citado turno a petición de la mayoría. Esto encendió al bloque sindical nacionalista, que acusó a las otras organizaciones de «intentar romper la dinámica protagonizada por la plantilla para intentar colocarse una medalla que, si corresponde a alguien, es a la plantilla». «Nos sorprende que ahora se hagan valedores del 'no a la sexta noche' cuando en la última propuesta de la empresa, que la mantenía, vieron avances», reprocharon a la espera de decidir si mantendrán los paros. «Ya damos por imposible cualquier entendimiento con UGT», lamentaron.
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Oficialmente llamado 17º turno, la 'sexta noche' es una de las medidas que pretendía implantar Mercedes-Benz Vitoria. Es un turno de trabajo de 6 noches seguidas desde el domingo hasta el viernes, de forma que finalizaría el sábado de madrugada, a las 6.00 horas. Según la propuesta de la compañía, no suponía aumentar la jornada anual (de 214 días) y se retribuía con un plus de 100 euros o 14 horas. Antes de aplicar ese turno, se tendrían que haber activado todos los sábados de ese mes. Y el comité decidiría si empezaba el domingo noche o el lunes.
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