Cientos de guipuzcoanos se han visto atrapados en los últimos años por las garras de este producto financiero que alivia el presente pero complica el futuro por una espiral de deuda prácticamente inasumible debido a su complejo sistema de amortización y a los elevados intereses ... que conllevan. En la mayoría de estos casos, se unen la necesidad de liquidez con una escasa cultura financiera y el poder de seducción de esas tarjetas por sus aparentes condiciones de impulso económico. A continuación, repasamos cuatro casos de dos vecinos de Arrasate, uno de Eibar y otro de Elgoibar, con iniciales ficticias, que se han visto envueltos en esta problemática.
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J. P. S. Vecino de Arrasate
J.P.S., vecino de Arrasate, se animó a contratar el producto financiero en la oficina de una «importante» compañía telefónica. Tenía necesidades de liquidez, ingresos escasos y un trabajo de baja cualificación. El factor clave para que se decantara por la contratación estriba en la «supuesta» facilidad de pago.
«Acudí a mi abogado muy molesto con los plazos de devolución de la deuda. El año anterior la cantidad a deber era de 6.000 euros y después de haber estado pagando cuotas mensuales de 200 durante todo un año, la deuda sólo había descendido en 200 euros». Actualmente, el proceso judicial está en trámite.
JM. E. R. Vecina de Elgoibar
JM.E.R., vecina de Elgoibar, fue una de esas guipuzcoanas a quien la crisis económica de la burbuja inmobiliaria afectó de lleno a su negocio. En ese momento, las tarjetas 'revolving' se cruzaron en su camino y se presentaron como «la única vía de financiación que pude obtener y que aparentemente era beneficiosa teniendo en cuenta la escasez de dinero».
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En su caso, como en el de tantos otros, el cebo fue un anuncio en una sucursal de aseguradora muy conocida por su presencia en televisión. Además, participaba un presentador de informativos. Esta circunstancia le generó mayor confianza de que se trataba de un servicio seguro.
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Su testimonio, por el contrario, revela sinsabores en forma de decepción y estafa, que le llevaron a acumular una deuda de 13.000 euros:«Después de años asumiendo las cuotas mensuales de esta tarjeta que me permitía facilidad de pago, y a la vista de que nunca terminaba mi deuda, me empecé a sentir engañada. ¿Cómo era posible que pese a pagar y pagar, la deuda continuara en el tiempo?». Una sentencia del juzgado de Eibar en 2022 le dio la razón y recuperó el dinero.
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N. E. Eibarresa
De los cuatro testimonios recabados por este medio, el de la eibarresa N.E. es el de menor impacto económico –8.000 euros y en trámite a la espera de la celebración de la audiencia previa–, pero no por ello carente de gravedad para una madre de familia numerosa con «muchas necesidades de consumo».
A esta mujer no le alcanzaba con la nómina en muchas ocasiones y tenía serias dificultades para llegar a fin de mes. De ahí que la forma de captación fuese relativamente fácil para la empresa emisora del producto, que en este caso fue una entidad bancaria de origen británico y especializada en esta clase de instrumentos. El modo agresivo en la supuesta flexibilidad en el pago fue la llave utilizada por la empresa.
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«Me invadió la sensación de sospecha al ver que la deuda no llegaba a su fin», relata N.E. Ella utilizaba la tarjeta con asiduidad, «pero no para pagar el coste que tuve que asumir. Así que cansada de pagar acudí a un abogado para que me ayudara a acabar con esta situación», agrega.
T. R. Arrasatearra
La arrasatearra T.R. se empezó a agobiar «porque se me juntaron muchos pagos durante unos meses». Contrató una tarjeta 'revolving' en una sucursal de compañía de telefonía porque necesitaba liquidez para hacer frente a la universidad privada de su hijo.
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Con una nómina muy justa y los gastos extraordinarios a los que se ha hecho referencia que tenía que asumir, esta trabajadora de baja cualificación recurrió a la fórmula de dinero rápido.
«Estaba desesperada porque el dinero prestado tampoco era era tanto y, sin embargo, seguía pagando sin fin», describe con angustia. Los 13.500 euros que acumuló de deuda con el banco fueron el final de su espiral, pero su historia tuvo un final feliz gracias al fallo de un juzgado de Bergara en 2023, que le permitió recuperar el dinero.
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