Urgente Incendio en el centro de San Sebastián

Isabel Busto: «El salario emocional es lo que va a marcar la diferencia entre unas empresas y otras»

Julio Díaz de Alda

San Sebastián

Domingo, 30 de octubre 2022, 07:15

– En Gipuzkoa vemos muchos cierres de comercios tradicionales.

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– Es cierto, y se achaca a la falta de relevo generacional. Puede ser una pena, pero también algo natural.

– Alertan ustedes del 'invierno demográfico' y de la falta de trabajadores. ¿Es vieja Euskadi?

... En diez años hemos perdido 74.000 personas empleadas, y somos el segundo país más envejecido de Europa. Es un tema que ya está aquí, pues en los próximos diez años se va a jubilar la generación del 'baby boom', un 25% de la fuerza laboral.

– ¿Y nos va a dar tiempo a suplir a toda esa gente?

– Por eso proponemos una estrategia de inmigración para el empleo.

– Pero el desafío ya estaba ahí...

– Vamos tarde. Tenemos que abordar esto como estrategia de país, mejor ayer que mañana. Si no cambian las cosas nos van a faltar muchísimas personas, y eso es un lastre para el crecimiento y la competitividad.

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– Proponen una inmigración para el empleo. ¿Sólo queremos gente formada?

– Necesitamos empleo cualificado. Hay cualificaciones más y menos complicadas. También hay perfiles que se pueden formar aquí. ¿Por qué no?

– ¿Y los parados, los jóvenes o los mayores, vascos?

– Hay programas de recualificación, y por supuesto tenemos que aprovechar todo lo que tenemos en casa. Claro que sí. Igual había que hacer un estudio de esas personas que estando en el paro no se reciclan...

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– ¿Qué han de hacer las empresas en esa búsqueda de talento?

– Las nuevas generaciones no entienden las relaciones laborales como antes, buscan otras cosas. Tenemos que ofrecerles proyectos atractivos que encajen con su proyecto de vida. Tenemos que hacer una transformación interna. No valen las estructuras y las ideas de antes, los jóvenes buscan un propósito, en su vida y en su trabajo.

– ¿Hablamos del llamado salario emocional?

– Sí. Hablamos del salario emocional, que es lo que va a marcar la diferencia entre unas empresas y otras. Esto es como la pirámide de Maslow; por supuesto hay que dar buenos salarios, pero cubiertas unas necesidades las personas buscan otras cosas más allá. Buscan flexibilidad, conciliación, teletrabajo...

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– ¿Qué papel juega Fabrika, de Adegi, en esa carrera?

– Fabrika, EkinBarri de Cebek, o Relaciones Laborales 4.0, de SEA. Todas persiguen acompañar a las empresas en esa transformación, que va a ser crítica. Y todo esto, al final, hay que ponerlo en el escaparate. Hay que venderlo.

– Lidera usted una organización en la que, salvo contadas excepciones, como la de Carolina Pérez de Toledo en Cebek, es bastante masculina. ¿Queda aún por avanzar en este sentido en las patronales vascas?

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– Yo me siento perfectamente, y es un hecho que los puestos de responsabilidad están masculinizados. Lo que sucede es que se está produciendo una transición. Espero que a la próxima presidenta de Confebask no se le tenga que hacer esta pregunta (ríe).

– ¿Están llegando los fondos europeos a las pymes vascas?

– Nos dicen que no llegan o que cuando llegan lo hacen tarde. La realidad puede estar un pelín lejos de las expectativas. Además, esos fondos están ligados a inversiones, y fíjese qué momento para plantear inversiones.

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