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Rosa Lavin defiende el cooperativismo como un modelo de futuro. Maika Salguero
Rosa Lavin | Presidenta de Konfekoop: «El modelo cooperativo tiene unos mecanismos que nos hacen salir reforzados de las crisis»
Rosa Lavin | Presidenta de Konfekoop

«El modelo cooperativo tiene unos mecanismos que nos hacen salir reforzados de las crisis»

La presidenta de Konfekoop destaca que hasta mayo se han generado unas ochenta cooperativas, cuando la media anual está entre 120 y 150

Lunes, 1 de agosto 2022

El modelo cooperativo goza de buena salud, a pesar de que sufre como el resto del tejido productivo por la alta inflación o los elevados costes de las materias primas, según destaca la presidenta de Konfekoop, Rosa Lavin, que pone en valor los mecanismos que tienen las cooperativas para hacer frente a las crisis, tanto a la anterior del covid, como a la que estamos sufriendo en estos momentos por la guerra de Ucrania. «Unos mecanismos que hacen que salgamos reforzados», remarca. El ritmo de generación de cooperativas dentro de la confederación en los cinco primeros meses, en torno a ochenta, cuando lo habitual es que ronden entre 120 y 150 al año, son un ejemplo de ese dinamismo.

–2021 se cerró con 1.350 cooperativas asociadas a Konfekoop, 91 más que el ejercicio anterior. ¿Fue un buen año pese a estar en pandemia?

–Lo valoramos muy positivamente porque tanto en término de empresas cooperativas como de empleo salimos reforzados. Y hay que tener en cuenta que 2020 fue un año muy intensivo en empleo porque por el Covid se reforzó el personal y algunas actividades.

–El empleo bajó algo respecto a 2020.

–Sí; porque el primer año covid se redobló el abastecimiento a la población y también había que hacer sustituciones por bajas.

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–Sin embargo, la base societaria aumentó en un millar.

–Han sido ejercicios buenos tanto en términos societarios como corporativos porque se ha producido la consolidación de Konfekoop como una única organización fusionada. Antes éramos seis federaciones y la confederación. Al estar fusionados, contamos con una nueva organización, un nuevo consejo rector más amplio... Y afrontamos la nueva época con una revisión estratégica.

–¿Esa fusión se produjo en 2019?

–2019 fue el año de la transición. Se comenzó en ese año y culminó en 2020. En el 19 se unieron las federaciones de cooperativos agrarias y alimentarias y al año siguiente entró la federación de transportistas. Estamos muy satisfechos con el proceso y los resultados.

Fondos Europeos

«Están llegando muy a cuentagotas y se corre el peligro de que lo hagan demasiado tarde»

–¿El crecimiento ha sido orgánico o han entrado más cooperativas bajo el paraguas de Konfekooop?

–Tenemos esa característica anticíclica. Cuando hay crisis debido a nuestra idiosincrasia llevamos a cabo mecanismos que nos hacen salir reforzados; resistir, tomar decisiones rápidas, redirigir negocios, mantener empleos...

–¿El cooperativismo tiene unas fortalezas que no tiene la empresa tradicional a la hora de afrontar las crisis?

–Las crisis afectan a todo el tejido por igual, competimos en todos los mercados. Pero como se afronta desde un modelo autogestionado, en el que se toman las decisiones internas de forma democrática –una persona es un voto– y con un objetivo claro de mantener el empleo, la actividad con reformulaciones, es distinto a estar al albur de terceros. Y ahí entra en juego también el arraigo al territorio. No es lo mismo que la asamblea de socios esté compuesta por gente de ese pueblo o comarca y sabe cómo va a impactar las decisiones que tomen, que otros modelos en los que los centros de decisión están más alejados.

–¿A qué tipo de cooperativas está impactando más la guerra de Ucrania?

–Está afectando sobre todo a cooperativas grandes, muy intensivas en cuestiones de tecnología, energéticas... Pero es un primer impacto. Luego hay una segunda derivada de empresas que también se están viendo afectadas. Al igual que con el Covid esto nos está sirviendo para replantearnos la dependencia energética y la necesidad de tender hacia otros modelos. El modelo cooperativo tendrá que trabajar las posibilidades de extender el modelo de producción de energía. No solo la comercialización, en la que ya había experiencias cooperativas, sino también en la autoproducción. También en lo que respecta a las cadenas de suministros; hay que traerlas de manera más cercana. Hay que redirigir y ver hacia dónde se reorientan las actividades.

–¿En el mundo cooperativo se está dando también esa relocalización de empresas?

–Creo que sí. Esa es la tendencia generalizada. Ha existido más en la toma de decisiones, pero a nivel de proveedores y de consumo cada vez hay una mayor conciencia de lo cercano.

–¿Qué perspectivas tiene Konfekoop para este 2022?

–Como agrupación empresarial el primer objetivo es seguir creciendo en términos de empresas cooperativas y ayudar a las que tenemos en su desarrollo y consolidación. Hasta ahora los datos son buenos. Elkarlan se dedica a la promoción de cooperativas y hasta mayo se habían generado en torno a ochenta cooperativas cuando lo normal en todo el año son entre 120 y 150. Es un buen dato, aunque se está viendo que a finales de junio y julio había una cierta ralentización no solo de creación de cooperativas sino en general. Habrá que esperar al otoño, pero parece que estamos en la buena senda.

–¿Qué ruta se marcó en el plan estratégico?

–Tenemos tres ejes. El primero, más y mejor cooperativismo, reforzando el tamaño, adaptación a la nueva ley.... El segundo, trabajar la intercooperación, no solo interna, sino con otras cooperativas, el tema del personal, ajustes de salarios, calendarios.... Y el tercer eje es la parte de representación e influencia. Tenemos que estar presentes en todos los ámbitos en los que se toman decisiones y nos incumban. Finalmente, hay uno transversal, como es la comunicación, que supone abrirnos al resto de agentes, ser conocidos y que se nos reconozca como actor relevante.

–La inflación desbocada está estrechando márgenes en las empresas en general. ¿Cómo les está afectando?

–Está todo el mundo con el ojo puesto en la cuenta de explotación. Se está haciendo un seguimiento muy cercano y controlando los costes en lo que está en nuestras manos, y a partir de ahí tomando decisiones.

–¿En qué medida se está trasladando ese sobrecoste a los productos y servicios?

–No se puede. Además es un efecto cadena y rebote que vuelve a venir. En términos generales ha habido contención, porque no se puede trasladar esa inflación, ni repercutir al cliente, ni en costes salariales... Hay mucha prudencia y hay que tener paciencia, contención, mirar a largo plazo y estar expectantes. Hay demasiadas variables para tomar decisiones en el corto plazo que te hipotequen en el futuro.

Arraigo

«No es lo mismo que la asamblea de socios esté compuesta por gente de la comarca o que los centros de decisión estén más alejados»

–¿También está habiendo contención salarial en el ámbito cooperativo?

–Cada cooperativa es soberana, pero en términos generales no ha habido subidas del IPC, ni mucho menos. Ha habido contención, y a partir de ahí se ha ido a incrementos progresivos de cara al segundo semestre y condicionado a cómo evoluciona... Tiramos de nuestros instrumentos habituales en esta crisis como en otros momentos en los que ha habido ajustes pero que luego se han recuperado.

– Se habla de una posible recesión en la recta final del año o a principios del que viene. EE UU ya está, de hecho, en recesión técnica. ¿Cómo lo ven?

– Con preocupación. El mercado es el mismo para todos. Estamos presentes en todos los sectores de actividad: servicios, industria, banca, educación... Hay mucho frente abierto. Hay preocupación; estamos expectantes y muy atentos.

– Los Fondos Europeos están llegando más tarde de lo que se preveía en un primer momento. ¿Se corre el peligro de perder comba respecto a otros países?

–La llegada de esos fondos al tejido productivo va demasiado lento. Todos estamos expectantes y cuanto más se retrase vamos a perder ese pulso. Puede producirse un cierto desencanto y retrasar las necesarias transiciones, como la del vehículo eléctrico. En mayo estuve en La Moncloa en la presentación del Perte de Economía Social y de los Cuidados. Un perte importante para nuestro sector, porque Konfekoop lidera la economía social vasca. Fue relevante estar en esa presentación en la que estaban los principales agentes. Estamos a la espera de que se apruebe. Los Fondos Europeos están llegando en general muy a cuentagotas y esperemos que no lleguen demasiado tarde, porque tienen un límite temporal.

–Desde Euskadi, el Gobierno Vasco está reclamando más poder de decisión en el aterrizaje de esos Perte. ¿Comparte esa queja?

–Efectivamente. Se ha diseñado un Perte general. A Euskadi nos han pedido participar en su presentación, pero no le dio voz en su preparación. Aunque las relaciones son de largo recorrido. Pero creo que tenía que haber habido más participación.

Rosa Lavín defiende que ya no puede dilatarse más la participación de las cooperativas en el Consejo de Administración de Lanbide, una reivindicación histórica del movimiento, «porque tenemos que estar allá donde se toman decisiones que afectan a nuestras empresas». Señala que la tramitación de la Ley de Empleo vasca tiene que servir para que se subsane ese déficit.

Inflación desbocada

«En general no se están trasladando los altos costes. Hay que tener contención y mirar más a largo plazo»

–Consideran estratégica la presencia de las cooperativas en el Consejo de Administración de Lanbide, una reclamación histórica que entienden ya no se puede dilatar más.

–La de la participación en Lanbide es una reclamación histórica, desde la propia creación del Servicio Vasco de Empleo. Ha habido diez-once años de muchos intentos, informes jurídicos... En 2015 entran las empresas cooperativas a través de la economía social en el consejo de Administración del Servicio Navarro de Empleo. Es un ejemplo de que es posible, de que si hay voluntad política se puede lograr. Este año es prioritario y creo que se están dando las condiciones necesarias para que eso sea posible.

–¿A qué condiciones se refiere?

–Por un lado a que Konfekoop empieza a ser percibido como un actor de referencia, relevante, influyente, con capacidad de liderar... Es un clamor generalizado, y no solo en Euskadi, también a nivel europeo, de estar en espacios de decisión, de concertación social. El movimiento cooperativo se ve cada año más fuerte: más cooperativas y empleo. Y se está trabajando el borrador del anteproyecto de Ley del Empleo en Euskadi. Por eso tiene que ser ahora, que el Gobierno Vasco y los grupos parlamentarios lo apoyen. Ya en 2008, el Parlamento Vasco instaba a las Administraciones públicas a garantizar la presencia del movimiento cooperativo en aquellas instituciones que articulan políticas económicas. En 2018 también se defendió el modelo participativo inclusivo, que por excelencia e históricamente en Euskadi es el modelo cooperativo, que lleva cien años.

–¿El principal problema es la oposición frontal de Confebask?

–No. Creo que el principal problemas es que hay que romper inercias, el 'status quo'; Lanbide es un órgano tripartito: Gobierno Vasco, sindicatos y empresarial. Es en está última pata donde nos vemos nosotros. En la posición empresarial como agrupación empresarial de las más relevantes de Euskadi. Además, estamos en todos los sectores económicos

–¿Qué peso tienen en la economía vasca?

–En torno al 8% del PIB y del empleo.

–¿Tiene que ser ya?

–Últimamente estamos viendo un cambio tremendo en la economía, eso está afectando al mercado de trabajo, surgen nuevas formas, empleos atípicos, la digitalización, y las administraciones públicas no pueden ser ajenos a eso. Hay modelos socioempresariales avalados por su historia y que hemos seguido contribuyendo incluso en las crisis que no podemos seguir no estando donde se están tomando decisiones nucleares en el ámbito económico, de empleo, que están afectando también a nuestras empresas cooperativas.

–¿Ha tenido ya algún contacto con la nueva presidenta de Confebask?

–Todavía no. Estamos diseñando una estrategia. Hemos hecho aportaciones al borrador. En el último cuatrimestre nos reuniremos con líderes políticos y compareceremos en el Parlamento. También estamos manteniendo reuniones con personas relevantes del ámbito económico y empresarial de Euskadi...

–¿Qué otros objetivos tienen para este año?

–Extender el modelo cooperativo. Surgen nuevos modelos de negocio, de plataformas, de la producción energética... Son espacios de oportunidad para que el modelo cooperativo pueda extenderse. Pretendemos que el modelo cooperativo se le vincule no solo a sus cien años de historia, sino a un modelo de futuro, de vanguardia. También queremos atraer a la juventud.

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