Galarreta. José Luis Encinas llena el maletero de su coche conla compra realizada en Mercadona. MICHELENA
Huelga de transportes

«El papel higiénico en la pandemia es hoy la leche»

Huelga de transporte. Sábado tranquilo en los supermercados, con poca clientela por el buen tiempo y escasez de algunos productos por la sobrecompra de los últimos días

Aingeru Munguía

San Sebastián

Sábado, 19 de marzo 2022

Todavía no está claro el motivo psicológico que nos hizo acaparar papel higiénico durante el primer estado de alarma, y hoy hay que encontrar explicaciones ... a que falte leche en los supermercados. Hay huelga en el transporte y un devastadora guerra en Ucrania, pero hablamos de un producto que nos puede llegar de los caseros de alrededor. Este sábado ha sido un día tranquilo en los establecimientos de alimentación, con nula histeria y escasos clientes, más inclinados a aprovechar la soleada mañana que a realizar la compra semanal, pero los asiduos a este rito sabatino se han encontrado con algunas estanterías vacías, con pocos o ningún brick de leche y con escasas botellas de aceite de girasol.

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Tras seis días de huelga en el sector del transporte de mercancías, con la flota de bajura amarrada, los precios del gasoil por la nubes y a nueve días de las primeras medidas de contención de los precios de la energía anunciadas por el Gobierno, los establecimientos de alimentación hacen lo que pueden para sus clientes, con la mosca detrás de la oreja desde hace semanas, no noten la crisis de suministros.

La jefa del área de Cliente de Eroski Urbil, Yolanda Mujika, ha explicado este sábado que las noticias de los últimos días sobre huelga de transporte, los problemas de abastecimiento y las semanas de guerra en Ucrania «han tenido un efecto inmediato: hacen que el comprador almacene» casi por instinto. Así, el acopio se ha venido produciendo en los últimos días, incluso semanas. Desde Lidl aseguran que llevan «tres semanas vendiendo más de lo previsto». Esta sobrecompra es lo que está generando problemas a las grandes superficies, no tanto porque no esté asegurado el suministro sino porque no se puede reponer a la velocidad que se venden determinados productos. «Aceite de girasol, arroces, pasta, harina... pero sobre todo leche. No sé por qué, pero está pasando hoy con la leche lo que ocurrió con el papel higiénico en el estado de alarma», apunta Mari Gómez, responsable del Lidl de Galarreta.

En el Mercadona de esta misma ubicación coinciden en estas mismas percepciones y en que la sobrecompra se ha producido en los días previos, no este sábado, jornada habitual de compra semanal, que ha sido relativamente tranquilo en este híper. Las estanterías de leche están vacías también en la enseña valenciana de distribución, aunque tienen botellas de aceite de girasol de su marca blanca. En su pescadería no hay anchoa, pero sí verdel y rodaballo, especies que faltan en otros establecimientos.

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«Compramos en exceso»

José Luis Encinas abría el maletero de su coche para meter la compra que había hecho en el Lidl y en el Mercadona de Galarreta, distantes solo unos metros y con un parking en superficie en común. Trabaja en una cadena de supermercados y por eso sabe que «llega género al almacén». Explica que la escasez de algunos productos se debe a que «la gente compra más de lo necesario». Él ha hecho la compra habitual aunque admite haber adquirido «una caja más de leche» de lo normal. «En el Lidl la leche ha volado, el papel higiénico también. Y aceite no hay tampoco en Mercadona».

Las estanterías de Lidl sin leche. MICHELENA

Agueda Jáuregui y Xabier Satrustegi coincidían en que la semana pasada el exceso de compra provocó que en varios establecimientos «no hubiera carne envasada» en las estanterías, pero este sábado han notado más tranquilidad en las tiendas.

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Recibimos mercancías a diario

«Cuando la gente acude y ve día tras día que hay género se termina tranquilizando. Hay acopio de determinados productos, pero tampoco en exceso porque la gente ve lo que hay. Nos faltan referencias de la pesca de bajura, pero tenemos leche, aceite... el problema es que la gente está comprando de más, pero nosotros todos los días recibimos mercancías», explica la responsable del Eroski de Urbil.

Segundo Cepa y Ana Flor Rodríguez salían con su carro bastante lleno de Urbil en dirección a su coche. «Hemos comprado lo habitual, como cada sábado», dicen. No se pueden permitir el lujo de comprar entre semana porque no tienen tiempo y tampoco han sido presa del síndrome de desabastecimiento. «Veo que faltan cosas en las estanterías, pero no he comprado más leche porque ya tengo».

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Mikel e Isabel hicieron la compra en el Eroski. MICHELENA

De igual forma, Isabel Aramburu lleva el carro lleno en dirección al parking subterráneo de Urbil, y sin ninguna botella de aceite «porque no necesitamos». El reportero le señala el paquete de rollos de papel higiénico y la respuesta es «porque necesitamos». No entiende tanta preocupación «cuando el presidente de Mercadona dijo el otro día que no había problema de suministro».

El matrimonio ucraniano residente en Donostia formado por Stanislav Yukhymyuk y su esposa Ludmyla meten en su coche lo que han comprado. «No hay leche, ni aceite de girasol», dicen con una sonrisa en el rostro, un insignificante contratiempo frente a la infinita preocupación de tener a media familia bajo las bombas.

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