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PILAR ARANGUREN
SAN SEBASTIÁN.
Lunes, 2 de octubre 2017, 07:09
El Ministerio de Economía va dando pasos para lograr que los planes de pensiones tengan más atractivo dotándoles de mayores facilidades para lograr liquidez. Así, permitirá que se puedan rescatar los fondos o parte de ellos una vez cumplidos diez años, una medida que ya había decidido en 2015 y que plasmará ahora en un desarrollo reglamentario. De este modo los equipara a las EPSV vascas. Pero, además, eliminará el techo de 10.000 euros que preveía establecer para recuperar esos ahorros. Otra ventaja de la que también gozaban los planes de previsión vascos.
Así y pese a que el Ejecutivo central trató de limitar los rescates de las EPSV, una iniciativa que fue refrendada por el Tribunal Constitucional en julio del 2014 al equiparar la figura vasca a los planes de pensiones estatales, que no contaban con esa ventaja, posteriormente reculó y aprobó ese mismo año un proyecto de ley que permitía a todos los fondos de pensiones -incluidas las EPSV- rescatar la inversión transcurrido ese plazo. Una medida que entró en vigor en enero de 2015. Aunque en los planes de pensiones solo se podía recuperar la cantidad que había permanecido depositada durante ese periodo, mientras que en las EPSV se podía rescatar todo el dinero que se fuera aportando una vez pasados diez años desde la apertura del plan.
203 millones Se rescataron de forma anticipada en 2015, último año del que existen datos, lejos de los 301, que fue el máximo alcanzado en 2013, en lo peor de la crisis.
1,6% comisión Es el tope establecido por el Gobierno Vasco en 2015 y que no tiene previsto reducir ahora pese a la rebaja anunciada por el Ejecutivo central.
Una característica esa que ha mantenido tras la nueva normativa que aprobó el Ejecutivo Vasco en 2015 para solventar entre otras cuestiones el limbo en el que habían quedado las aportaciones realizadas entre julio de 2014 y el 1 de enero de 2015. La normativa restituyó los derechos previstos anteriormente en la legislación vasca, más flexibe y adelantada que la estatal, y que ahora trata de imitar ésta en gran medida.
Esa posibilidad de rescatar el fondo es uno de los atractivos históricos de las EPSV vascas, además del objetivo tradicional de convertirse en un ahorro a largo plazo, pensado para complementar la pensión de la Seguridad Social, cuyas cuantías van mermando a golpe de reformas y cuya sostenibilidad empieza a ser cuestionada.
¿Pero qué evolución han tenido los rescates de las EPSV en Euskadi? Hay que tener en cuenta que no es posible en las de empleo, salvo en aquellas que así lo tuvieran establecido antes del 7 de marzo de 2012, cuando fue reformada la ley vasca de planes de pensiones, lo que limita la recuperación a lo aportado hasta esa fecha. De hecho, Geroa, la EPSV de empleo más importante de Euskadi, no permite los rescates anticipados.
Donde sí se permiten de forma generalizada es en las individuales y asociadas, y en los siguientes supuestos: enfermedad grave, paro de larga duración y que se cumplan diez años desde la apertura del plan.
Con estos mimbres, los rescates de las EPSV se incrementaron durante la recesión económica, ya que muchos suscriptores se vieron obligados a recurrir a ellos para poder solventar sus necesidades financieras e incluso para poder sobrevivir. Pero una vez finalizada la crisis, la recuperación anticipada de esos fondos ha vuelto a descender.
En concreto, tras alcanzar los 301 millones en 2013, diecinueve más que en el ejercicio anterior, en 2014 se redujeron hasta los 221 millones y en 2015 -último ejercicio del que figuran datos- se quedó en 203 millones. Es decir, que en solo dos años la caída ha sido del 33%. El mayor descenso se ha producido entre las individuales, que han bajado un 32%, mientras que en las de empleo la reducción ha sido algo más moderada (28%).
Desde el Gobierno Vasco admiten que se ha reducido algo la presión sobre los rescates en estos últimos años al calor de la recuperación económica, lo que ha dado cierto respiro a los fondos acumulados, de por sí tensionados después de que en 2012 y por primera vez en las historia de las EPSV -se crearon en 1983- las prestaciones fueran superiores a las aportaciones, que también fueron mermando por efecto de la crisis. En concreto, las primeras se elevaron a 925 millones frente a los 923 ingresados.
Una tendencia que se ha mantenido en los siguientes ejercicios. En 2013 la diferencia se acrecentó, con 1.090 millones de prestaciones frente a 988 de ingresos. Y a partir de ahí las prestaciones iniciaron una senda descendente, aunque siempre por encima de las aportaciones. En 2014 la diferencia era de 188 millones, el siguiente ejercicio se limitó a 165, y el año pasado se quedó en 119 al limitarse las prestaciones a 874 millones frente a los 755 de las aportaciones.
La Federación de EPSV de Euskadi lleva años reclamando políticas que favorezcan la generalización de los planes de previsión privados, especialmente los de empleo, que permiten aportaciones no solo de los trabajadores sino también de las empresas. Virginia Oregi, gerente de Geroa y vicepresidenta de la Federación de EPSV de Euskadi, insiste en esta petición, aunque admite que en estos momentos no se atisba ningún movimiento al respecto, pese a que es una cuestión que está encima de la mesa en las conversaciones que mantiene la Federación con el Ejecutivo Vasco, según apuntan desde la entidad que gestiona las EPSV.
Otra de las medidas que incluirá el Gobierno central en el desarrollo reglamentario que está preparando es la reducción de las comisiones que las firmas aplican por gestión o por depósito. En el primer caso reducirá el límite máximo de 1,5% actual al 1,25%, y en el segundo del 0,25% al 0,2%, lo que hará que en total no puedan sobrepasar el 1,45%.
En Euskadi, la ley de EPSV no distingue entre ambos conceptos y el decreto de 2015 estableció un máximo de comisión del 1,6%, lo que la sitúa por encima del que pretende fijar el Estado. Fuentes del Gobierno Vasco destacan que el Ejecutivo no está obligado a reducir dicho límite porque las EPSV se regulan por su propia normativa y no por la estatal. En cualquier caso, subrayan que la inmensa mayoría de las comisiones están por debajo de ese porcentaje. Las de empleo en general no superan el 0,5% y las individuales oscilan entre el 0,5% y el 1,6%, aunque el grueso aplica una comisión inferior al 1,5%.
Con todo, indican que no se puede andar regulando en función de lo que hagan los demás y que los cambios tienen que obedecer a un debate más de fondo. Por ello, el director de Política Financiera, Javier Arnáez, destaca que en estos momentos no está prevista una nueva rebaja de la comisión máxima que pueden cobrar quienes gestionan los fondos.
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