

Secciones
Servicios
Destacamos
DV
Miércoles, 14 de octubre 2020
Los palitos de cangrejo están en todos los supermercados y su uso es cada vez más habitual en nuestras ensaladas. Sin embargo, el 'surimi' o como lo conocemos en occidente, palito de cangrejo, procede de Asia y lo hace por una razón muy poco conocida. Se compone de varios pescados a la vez que son comprimidos y picados en una sola pieza alimenticia. Nos han solucionado más de una vez una cena rápida cuando nuestra nevera anda escasa de oferta. Lo mismo nos sirven para una ensalada que para rellenar unas croquetas. Aunque muchos imaginen que simplemente se trata de cangrejo, en realidad su sabor se debe a algo muy distinto a eso.
Pero el origen de los palitos es mucho más curioso. El surimi es originario de Japón y su nombre, de hecho, nos da alguna pista sobre su procedencia. Hace mil años ya se utilizaba la misma técnica que la actual y consistía en utilizar pescados poco consumidos, triturarlos, unirlos y con ellos «fabricar» el palito de cangrejo.
Comenzaron con su elaboración debido a la necesidad que los pescadores tenían de utilizar al máximo todo el pescado que poseían. Especialmente sus restos, los cuales no tenían mucho éxito en el mercado productivo. Una solución que se repitió en los años 60 gracias a la idea de Nishitani Yosuke para dar salida a estos productos.
Fueron ideados como una forma de kamaboko, es decir, marisco procesado a base de almidón y pescado blanco, para ser posteriormente pulverizado. La idea era simular la pata de una especie de cangrejo japonés, el cangrejo araña. En Japón se conoce como Kanikama, y en el resto del mundo como surimi o palitos de cangrejo.
Están hechos a partir de la carne de pescados abundantes y con poca salida comercial, como el abadejo de Alaska, la corvina, la platija o la merluza (muy común en nuestra cocina, pero poco valorada en otros países).
Entre sus ingredientes están, además de los pescados, proteína de soja, sorbitol, una buena cantidad de glutamato monosódico (un fuerte aditivo que cada vez es más común en las cocinas) y conservantes como es el ácido ascórbico. Por su parte, el color anaranjado se debe básicamente al pimentón que se usa en su elaboración. También contiene conservantes como es el ácido ascórbico.
Su principal inconveniente nutricional es la gran cantidad de sal y azúcar que se emplea en su elaboración y que lo hace poco recomendable para las personas con hipertensión. Para el resto, tal y como confirman diversos nutricionistas, convendría no consumirlo más de dos o tres veces por semana.
Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de químicos que este alimento posee, no puede negarse que sirve de aporte proteico. Eso sí, prácticamente carece de vitaminas que puedan ser aprovechadas para el consumo humano.
Más artículos sobre pescados
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Las villas del paseo Colón en primera línea de mar
Lola Horcajo /J. J. Fdez. Beobide
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.