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Viernes, 23 de octubre 2020
La pasta es un alimento sano, nutritivo y presente en las cocinas de prácticamente todo el mundo. Que la pasta gusta a (casi) todo el mundo está claro, sobre todo a los seguidores de la dieta mediterránea pues, tal y como recoge el portal ... Statista, cada español consumió el año pasado 4,06 kilogramos de pasta.
La gran versatilidad de la pasta lo convierte en una opción ideal para cualquier momento del día y cualquier estación del año, pero cocinarlo bien no es tan fácil como parece.
El principal secreto en la preparación de la pasta recae en el tiempo de cocción del mismo que, aunque depende en parte del gusto de cada uno, tiene una serie de instrucciones a seguir dependiendo del tipo de pasta y el grosor de la misma.
No se debe emplear el mismo tiempo para la pasta seca que para fresca o rellena, que necesitan menos minutos.
En la variedad laminada que se emplea, habitualmente, para elaborar lasañas y canelones es preferible ser cautos y, en caso de duda, mejor quedarse cortos que pasarse en la cocción
El primero de los fallos que se cometen no tiene que ver estrictamente con el cocinado, sino con el almacenaje. No hay que meter la pasta en un bote y tirar el paquete.
El envoltorio contiene las instrucciones y las pistas necesarias para cocer correctamente ese tipo de pasta.
Una vez preparada la olla para llevar a cabo la cocción se encuentra el segundo error: echar poca agua. La proporción debe ser de un litro por cada 100 gramos de pasta, lo que nos obliga a elegir un buen recipiente para llevar a cabo la cocción y no elegir una cazuela al azar
Por supuesto, el agua debe estar salada, con aproximadamente 2 gramos de sal por litro. Es una práctica muy común no hacerlo por diferentes excusas -tarda más en hervir, la salsa está sabrosa…-, pero si realmente deseas una pasta de diez, no puedes obviar el cocerla en agua salada.
Una vez añadida la pasta, conviene removerla para evitar que se pegue y así evitar el truco de echar ese chorretón de aceite.
Una vez hincado el diente y comprobado que tenemos la pasta a nuestro gusto toca escurrirla, ¡pero sin pasarla después bajo el agua del grifo! Además de enfriar el alimento, lo convertirás en resbaladizo, dificultando la absorción de la salsa.
Y en relación a la salsa, no olvidéis el afamado truco de los grandes chefs: «La salsa espera a la pasta». Así pues, antes de cocer la pasta, conviene tener listo el acompañamiento y nunca empezar a cocinar ambas cosas al mismo tiempo.
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