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El jurado popular encargado de enjuiciar el caso por la muerte de Santi Coca, el menor de 17 años que murió tras ser agredido junto ... al Náutico de San Sebastián en abril de 2019, declaró en la noche del martes culpable de homicidio por imprudencia grave a uno de los acusados y absolvió de todos los cargos a los otros tres, que han quedado en libertad. Las acusaciones solicitaron que se imponga al joven condenado una pena de cuatro años de prisión, mientras que su defensa pidió la pena mínima. En todo caso, el jurado se mostró favorable a que se suspenda la ejecución de la pena, esto es, a que no ingrese en prisión. Se trata de una condena que queda muy lejos de las peticiones que realizaban las acusaciones, que consideraban a los cuatro procesados coautores de un delito de homicidio y pedían 15 años de prisión para cada uno de ellos.
Rozando las diez de la noche de este martes el jurado popular procedió a la lectura del veredicto en la Audiencia de Gipuzkoa tras día y medio de deliberaciones. Por un lado, absolvieron a tres de los acusados, ya que si bien consideran probada la presencia de todos ellos en el lugar de los hechos, creen que no se ha podido acreditar que participasen en la agresión a la víctima. Visiblemente aliviados, se abrazaron a los familiares que les acompañaban.
Por el contrario, el jurado sí consideró probado, por unanimidad, que uno de los cuatro acusados agredió a Santi con patadas y golpes, tanto cuando estaba de pie como una vez en el suelo. En cuanto a la responsabilidad en su muerte, si bien no estiman el homicidio al no considerar acreditado que el inculpado tuviera la percepción de que con sus actos creaba un riesgo para la vida de la víctima, sí creen que «debió considerar» ese riesgo, ya que era «fácil darse cuenta» de ello. Por tanto, le consideran culpable de un homicidio por imprudencia grave, con siete votos a favor y dos en contra.
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Por otro lado le condenan también por un delito leve de lesiones por agredir al hermano de la víctima, Iker Coca, pero le absuelven del mismo delito del que se le acusaba por pegar a un amigo. El jurado determina además que el encausado tenía esa noche sus facultades afectadas por el consumo de alcohol.
Otro de los aspectos que aclaró el jurado y que generó uno de los principales debates en esta causa es si la hemorragia subaracnoidea que provocó la muerte de Santi Coca fue de origen traumático, y por tanto a consecuencia de la agresión, o si pudo ser por causa natural. El tribunal, por unanimidad, determina que «la hemorragia tuvo origen en los golpes recibidos en el desarrollo de los hechos», y aduce que «el coma se produce de forma inmediata a los hechos» y que «no se han identificado signos que expliquen la causa natural». En el mismo sentido, no valora que las lesiones que sufrió Santi fuesen de escasa entidad, como se refirió por parte de los forenses, y concluye que no resulta «de escasa entidad un traumatismo en el polo encefálico que tiene como consecuencia una hemorragia subaracnoidea».
Tras la lectura del veredicto, que duró unos 30 minutos, los jurados dieron por concluida su tarea, no sin antes ser felicitados por el Magistrado Presidente de la sala, Jorge Juan Hoyos, por su implicación y comportamiento durante todo el proceso.
El juicio comenzó el pasado 17 de noviembre, y se prolongó después durante nueve sesiones más en las que comparecieron numerosos testigos de los hechos, además de agentes de la Ertzaintza, médicos y peritos forenses. Si bien en un principio eran cinco los acusados, uno de ellos quedó libre tras retirarse los cargos, y además las acusaciones cambiaron la petición respecto del resto, calificando el delito de homicidio y solicitando una pena de 15 años para cada uno. En un inicio pedían 20 años por asesinato.
Tras retirarse a deliberar este lunes, el jurado alcanzó un veredicto en el que declaró no culpables a tres de los procesados e inculpó a uno por homicidio por imprudencia grave.
Con este fallo se cierra el juicio por la muerte del menor donostiarra de 17 años, fallecido el 28 de abril de 2019 en el Hospital Donostia, tras dos días en la UCI. Santi salió de fiesta la noche del 26 de abril, y cuando fue a recoger a su hermano Iker a la salida de la discoteca GU, junto al Náutico de San Sebastián, se vio involucrado en un altercado en el que fue agredido hasta que quedó inconsciente. Tras entrar en parada cardiorrespiratoria, las primeras pruebas hospitalarias confirmaron que sufría una hemorragia cerebral, que tuvo una evolución negativa y que le provocó la muerte dos días después.
Ahora será el Magistrado Presidente quien, en base a la decisión tomada por el jurado popular, emita una sentencia respecto del único acusado declarado culpable. En cuanto a la responsabilidad civil, las acusaciones dejaron en manos del magistrado la decisión de la cantidad a imponer en concepto de indemnización a la familia de la víctima.
Uno de los acusados de la muerte de Santi Coca quedó libre en la última sesión de práctica de prueba, el miércoles pasado. Tras escuchar las declaraciones de los cinco procesados, las tres acusaciones (Fiscalía, acusación particular que representa a la familia de la víctima y la popular que ejerce el Ayuntamiento) decidieron retirar los cargos contra uno de ellos, por lo que quedó en libertad y en ese momento abandonó el banquillo de los acusados. En su informe final la fiscal explicó al jurado que «ningún testigo dijo que le vio pegar, pero sí se ha dicho del resto de acusados», y el letrado particular añadió que no tenían «ningún interés en que pague cualquiera, queremos que se haga justicia».
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