La defensa de Cabezudo pide su absolución y asegura que «todo lo que pasó en las sesiones fue consentido»

La defensa de Kote Cabezudo ha pedido la libre absolución del acusado y asegura que todo lo que ocurría durante sus sesiones de fotos «estaba consentido» y se hacía «con la colaboración total de las modelos». Además de trasladar su «máximo respeto y solidaridad a las víctimas» ha señalado que el motivo de que hayan emprendido acciones penales contra el fotógrafo es que «se están arrepintiendo de lo que hicieron en aquel momento» porque en la actualidad «esas imágenes estén en Internet».

El letrado del encausado, Javier Sánchez, ha dicho durante su informe final que hay que «desmontar la argumentación sobre el engaño a las que sometía a las modelos. Sabían qué tipo de fotografías estaban haciendo». En este sentido ha dicho que «ellas mismas buscaban el contacto con el señor cabezudo», por su «deseo de triunfar utilizando un recurso legítimo y reconocido por la sociedad, que es su belleza física». «Los contratos están ahí, están firmados», ha insistido,

Sobre el proceder del fotógrafo ha señalado que «se está jugando sobre una base de que había algo perverso y tenebroso, cuando era una situación deseada por ellas» por ese «deseo» de «triunfar» en el mundo de la moda. Así, niega que Cabezudo elaborase material de pornografía infantil con las modelos que eran menores de edad, «porque estamos hablando de adolescentes desarrolladas, no de niñas», y ha reiterado que eran «fotografías consentidas», por lo que «no hay delito de pornografía infantil». Además, ha añadido que en algunos casos acudían a las sesiones «acompañadas de familiares».

Respecto a las modelos que denuncian haber sido víctimas de agresiones o abusos sexuales en varias sesiones de fotos, ha señalado que «puedo creer que pueda pasar una vez, pero que se repita varias veces durante años y que sigan acudiendo a esas sesiones, es imposible de creer y una burla a la razón». Y respecto a la víctima que denuncia haber sido agredida en 150 ocasiones, ha señalado que no fueron agresiones, sino «grabaciones de películas porno con una persona mayor de edad».

En cuanto a la difusión masiva de las sesiones de fotos del acusado en diferentes webs pornográficas, ha asegurado que no se ha probado que el fotógrafo obtuviese «ningún beneficio económico con ellas». En este sentido ha afirmado que Cabezudo fue «una persona precursora de difundir su material a través de sus páginas web», aunque esa «visión de futuro» le ha generado «más problemas que otra cosa y ningún beneficio económico».

«Hay más de belleza en este procedimiento que ese horror que se ha pretendido buscar» las acusaciones, ha insistido el letrado, que a su juicio han presentado al tribunal «las imágenes más sórdidas, más descarnadas», sin valorar «el valor artístico de la mayoría de fotografías» del encausado.

El letrado ha concluido que «no está acreditado que estas personas sean víctimas del señor Cabezudo», sino que lo han sido «de las circunstancias, de Internet, de su propia ligereza». «Son chicas que buscaban reconocimiento, fama, dinero, y no les salió como querían».

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