![Tráfico: La Ertzaintza impone en Gipuzkoa la mitad de las multas de Euskadi](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202205/06/media/cortadas/sanciones-velocidad-kUpD-U1601902430258OAH-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
![Tráfico: La Ertzaintza impone en Gipuzkoa la mitad de las multas de Euskadi](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202205/06/media/cortadas/sanciones-velocidad-kUpD-U1601902430258OAH-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Pese a todas las campañas de concienciación ideadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) y el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, sigue habiendo conductores que cada año sobrepasan los límites cuando se ponen al mando del volante. Rebasar la legalidad implica no sólo ... consecuencias para el infractor, sino que pone en riesgo la vida de los que le rodean en la carretera. Así, según los datos recopilados por el área pilotada por el consejero Josu Erkoreka, a los que ha tenido acceso DV, las denuncias por exceso de velocidad recogidas en los radares instalados en las carreteras vascas han registrado un aumento del 40,5% en Gipuzkoa en los dos últimos años. La última cifra, la de 129.210, supone casi la mitad de las sucedidas en Euskadi el año pasado –ver gráfico adjunto–.
De las 91.937 multas que la Ertzaintza –con competencia en la materia de Tráfico– interpuso en 2019 en nuestro territorio se ha pasado a 129.210, lo que supone prácticamente la mitad de las que hubo en 2021 en Euskadi. Esta cifra ascendente llama la atención ya que la comparativa se realiza frente al primer año prepandemia, cuando la movilidad funcionaba al 100%. En 2021, en cambio, si bien las carreteras soportaron un mayor tráfico que en 2020, no hay que olvidar que el Covid aún provocaba confinamientos perimetrales y, por consiguiente, una cantidad menor de desplazamientos.
Las sanciones por exceso de velocidad registradas en las carreteras de Gipuzkoa en 2021 arrojan una media de 354 al día, 2.484 a la semana y 10.767 al mes. Y aunque resulte paradójico, tanto en 2021 como en 2020 se produjeron más sanciones por rebasar la legalidad en Gipuzkoa que en Bizkaia, cuya red de carreteras acoge a muchos más vehículos –Bizkaia cuenta con una población de 1,1 millones frente a los 713.000 de Gipuzkoa–.
Según los últimos datos facilitados por la DGT, los conductores guipuzcoanos perdieron un total de 45.779 puntos en su permiso de circulación en 2021, de los cuales el exceso de velocidad representa un tercio –15.259– de esas multas.
268.446 multas por exceso de velocidad se registraron en las carreteras vascas en 2021, 19.560 más que en el ejercicio anterior. De esas multas, 191.649 se interpusieron a través de radares fijos y 76.797, de dispositivos móviles.
Lo cierto es que todos los conductores conocen los límites que existen en las carreteras y la mayoría, incluso, la ubicación de los radares fijos, pero ni con esas. Los cinemómetros se hinchan a cazar y sacar la foto a diestro y siniestro. Sea un conductor extranjero que pasa por allí o el trabajador que atraviesa a diario la carretera y que, por lo que sea, se ha despistado o circula con demasiada prisa.
Llevando este fenómeno al extremo, Euskadi registró en 2021 ocho delitos penales por exceder la velocidad permitida, dos de ellos en las vías guipuzcoanas. Esta cifra vasca es inferior a las de los dos ejercicios anteriores, ya que en 2019 se incoaron diez atestados y en 2020, en plena pandemia, dieciséis.
¿Pero qué significa eso? ¿En qué contexto puede la Ertzaintza iniciar un atestado de estas características? Según recoge el artículo 379 del Código Penal, se considera delito exceder los límites de velocidad cuando se superan en 60 kilómetros por hora en vías urbanas –con un tope de 50 km/h– u 80 kilómetros por hora en interurbanas –limitadas a 120 km/h–. También conlleva un serio castigo superar los 90 km/h en vías urbanas limitadas a 30 km/h.
En todos estos casos, el castigo es pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses, trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días y, en cualquier caso, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años. Si se conduce con una temeridad manifiesta, por encima de los citados límites, y poniendo en peligro concreto la vida e integridad de los demás usuarios de la vía, la pena de prisión aumentaría de los seis meses a los dos años y la retirada del carnet se podría elevar hasta los seis.
El récord por exceso de velocidad en 2021 en las carreteras de Gipuzkoa tuvo lugar en la variante de San Sebastián. Una persona que conducía una motocicleta fue cazada a 172 km/h en una vía en la que está prohibido circular a más de 80 km/h, lo que supone la quinta en el ranking vasco de conductores detenidos el año pasado por reventar el acelerador de su vehículo.
Noticia Relacionada
En nuestro territorio se registró otro episodio de estas características. En concreto, en el término municipal de Berastegi, en la autovía A-15, donde un Audi A4 transitaba a 151 km/h en un tramo limitado a 80 km/h.
Todos estos excesos de velocidad fueron interceptados por la policía autonómica a través de los radares instalados en las principales arterias de Euskadi. Actualmente, la dirección de Tráfico del Gobierno Vasco tiene activados 84 dispositivos en los tres territorios: 36 cabinas de cinemómetros fijos en Bizkaia, 31 en Gipuzkoa y 17 en Álava.Hay que aclarar también que esta recopilación de datos no significa que sean las máximas velocidades alcanzadas en nuestras carreteras, sino las que la Ertzaintza ha estado en condiciones de capturar por sus medios.
En este sentido, siempre dentro de las infracciones penales cometidas el año pasado, el récord por máxima velocidad tuvo lugar en Bizkaia, en el término municipal de Ortuella, donde un Honda Civic transitó a 208 km/h en una zona limitada a 100. El siguiente caso en orden de gravedad –ver gráfico adjunto– sucedió en Gasteiz, en la N-622. Un Porsche fue cazado a 191 km/h cuando no podía superar los 100.
En el término municipal de Abadiño, en Bizkaia, se produjo el tercer hecho más grave de estas características con un Mercedes circulando a 180 kilómetros en una carretera nacional, la N-636. Una zona limitada a 80 que este conductor superó por más del doble permitido. Se da la casualidad de que en esta misma carretera hubo otro episodio muy similar. Esta vez el protagonista fue otro coche de alta gama, un BMW, cuyo paso por el radar fue cazado a 175 km/h.
También llama poderosamente la atención el otro delito acaecido en carreteras alavesas. Y es que una moto fue interceptada a 135 km/h en una vía urbana cuyo tope era los 50. Es decir, un entorno urbano con sus respectivos pasos de cebra y el paso más o menos constante de viandantes, incluidos niños.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.