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Oskar Ortiz de Guinea
San Sebastián
Viernes, 3 de noviembre 2023
La Ertzaintza reforzará la protección a las víctimas de maltrato tras la huida de una mujer y su bebé de un centro de acogida en ... Gipuzkoa, un caso dado a conocer por este periódico. El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha anunciado en el Parlamento Vasco que intensificará las medidas cuandos las víctimas renuncien a la protección, como había sido el caso de esta mujer, que había rechazado la escola pese a tener el mayor nivel de riesgo. El consejero ha explicado que se va a «poner el enfásis» en la persona agresora y se estudiará si es posible establecer medidas de control telemático al agresor.
Josu Erkoreka ha comparecido este viernes por la mañana en el pleno de control del Parlamento Vasco a raíz de la desaparición, el pasado 23 de octubre, de una joven de 20 años que estaba siendo protegida en un centro de acogida específico para víctimas de maltrato de Gipuzkoa. La chica estaba catalogada con el máximo nivel de riesgo, pero terminó huyendo con la persona que la había agredido un mes antes, lo que motivó su ingreso en el citado recurso de titularidad foral. La pareja se fugó con su hija de 10 meses, y se encuentra en paradero desconocido desde entonces, presumiblemente en algún país de Europa.
Erkoreka ha advertido de la «complejidad jurídica» que puede encontrar esta medida, que está siendo analizada por el grupo de trabajo de la Ertzaintza encargado de la revisión «permanente» de los protocolos, a raíz de esta última desaparición desvelada por este periódico, que llegó cinco meses después de la muerte de Maialen, la joven vitoriana de 32 años asesinada en presencia de su hija de 3 años por su expareja en un apartahotel de Vitoria, en el que ambos se habían alojado. Estaba embarazada de gemelos. «En ambos casos –ha precisado Erkoreka– había un denominador común: las dos víctimas eran reticentes a colaborar con las medidas de protección establecidas con las resoluciones judiciales».
En este sentido, y a efectos de implantar las medidas policiales de protección, la Ertzaintza considerará que la falta de colaboración de la víctima está condicionada por su dependencia (emocional, económica, hijos e hijas, etc.) con el agresor. Por ello, a partir de ahora, cuando la víctima se muestre «reticente» a colaborar y/o facilite el acercamiento a su agresor, la Ertzaintza lo entenderá como un indicio de un mayor riesgo para su integridad, sobre todo en aquellos casos calificados de riesgo alto y especial, los dos más altos en una escala de cuatro niveles.
Esta valoración máxima tenía la joven de 20 años que se encuentra en paradero desaparecido tras haberse fugado con su agresor del piso de titularidad foral en el que llevaba menos de un mes acogida. Había sido asignada a este alojamiento de Donostialdea, después de que el hombre la hubiera agarrado del cuello en presencia de una amiga suya que grabó la agresión, durante la cual también mordió a la hija de ambos.
Según aseguró la Diputación de Gipuzkoa a este periódico, el centro de acogida «cumplió con el protocolo» de protección. En este piso residen más víctimas de maltrato, que tienen libertad total para salir y entrar del mismo. Sin embargo, la joven desaparecida era la única de riesgo especial, y como tal el centro debía avisar con antelación a la Ertzaintza de cada una de sus salidas. El centro mantiene que avisó a la ertzain-etxea correspondiente, pero fuentes policiales aseguran que ninguna patrulla acudió a protegerla. Ni agentes uniformados, ni tampoco de paisano como había sucedido todas las veces que la chica había salido con antelación.
En este sentido, Erkoreka ha recordado que sigue «abierta» la investigación interna emprendida por la Ertzaintza con el fin de esclarecer los motivos por los que esta mujer pudo salir a la calle con su bebé sin ningún tipo contravigilancia policial y, en último término, «depurar responsabilidades». Esto no pasa por su hipotética dimisión, tal como ha sugerido la parlamentaria Amaia Martínez (Vox), que junto a Laura Garrido (PP) había pedido la comparecencia del consejero de Seguridad, a raíz de los casos de la mujer desaparecida en Gipuzkoa y la asesinada en Vitoria. Dos casos «en cinco meses», ha enfatizado Martínez. «Dos casos entre 5.588 mujeres protegidas por la Ertzaintza», ha resuelto Erkoreka, que ha puesto en valor el «ingente» trabajo de los agentes del cuerpo policial.
Según ha trasladado Erkoreka, actualmente la Ertzaintza protege a 5.588 mujeres víctimas de los delitos de violencia de género y violencia machista: 2.019 en Gipuzkoa, 2.712 en Bizkaia y 857 en Araba. De ellas, 297 son casos graves, registrados como riesgo alto o especial con medidas de protección de mayor intensidad:
Por su parte, un total de 4.061 tienen riesgo básico: 1.549 en Gipuzkoa, 1.897 en Bizkaia y 615 en Araba; 1.230 tienen riesgo moderado: 649 en Bizkaia, 176 en Araba y 405 en Gipuzkoa; 80 tienen riesgo especial: 45 en Bizkaia, 21 en Araba y 14 en Gipuzkoa.
De estas 5.588 mujeres protegidas por la Ertzaintza: 629 mujeres lo son por orden de protección emitida por los tribunales: 1.587 en Bizkaia, 511 en Araba y 1.531 en Gipuzkoa.
42 mujeres están protegidas con escolta personal: 28 en Bizkaia, 5 en Araba y 9 en Gipuzkoa. Además, 229 disponen de contravigilancia policial: 135 en Bizkaia, 22 en Araba y 72 en Gipuzkoa. 224 disponen de medios telemáticos: 106 en Bizkaia, 70 en Araba y 48 en Gipuzkoa.
Paralelamente, la Ertzaintza vigila a 92 maltratadores que cumplen medidas de alejamiento por orden judicial controladas con pulseras telemáticas: 36 en Bizkaia, 19 en Araba y 37 en Gipuzkoa.
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