La complicada situación de la hostelería, que ya acumula los casi tres meses de cierre al inicio de la pandemia, las limitaciones de su actividad durante el verano y este último cerrojazo, han llevado a ayuntamientos como los de Donostia e Irun a flexibilizar la ordenanza de terrazas, para que los establecimientos puedan reforzar su actividad, cuando esta sea posible.
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De momento, al menos 60 establecimientos de las dos ciudades ya han solicitado ampliar o mejorar sus veladores, una tramitación que los consistorios se comprometieron a realizar con agilidad, para que la documentación estuviera lista en la fecha de reapertura.
En el caso de Irun, han sido diez los locales situados en calles con aceras estrechas los que han pedido instalar una terraza en las plazas de aparcamiento en superficie que tienen frente a su establecimiento.
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En la capital guipuzcoana, por su parte, han sido alrededor de medio centenar de locales asociados a Hostelería Gipuzkoa los que han presentado sus solicitudes en el Ayuntamiento. En este caso, las peticiones abarcan desde el uso de plazas de parking, como el caso irunés, hasta la ampliación de los veladores existentes; colocación de mesas y sillas en zonas que no se encuentran en el ángulo de visión desde el interior del local y, fundamentalmente, para la colocación de mesas estrechas con tres sillas en la Parte Vieja donostiarra. Peticiones, reconocen, para tener una alternativa si se prohíbe la apertura de los interiores.
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