![La familia de las 300 donaciones de sangre](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/12/11/donantes%20legorreta.jpg)
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Hay características, como el color de ojos o del cabello, que son hereditarias. Se llevan en el ADN y se transmiten generación tras generación. Pero en el caso de esta familia de Legorreta, el gen de la solidaridad es el que más ha perdurado. Axun ... Goikoetxea y Mielanjel Amenabarro han sido donantes de sangre durante más de 50 años; sus hijos no dudaron en unirse a la acción en cuanto cumplieron la mayoría de edad y a los pequeños de la familia no les falta el entusiasmo para ser los siguientes. Lo que empezó como un gesto altruista en 1974, ahora es toda una tradición familiar.
Axun y Mielanjel recuerdan su primera donación «a la perfección». Resulta algo curioso, «porque al principio no piensas cuánto tiempo vas a durar», y sin saberlo, estaban empezando un compromiso para toda la vida. «La asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa vino a Legorreta por primera vez en 1974, y así fue como nos enteramos y realizamos nuestra primera donación», rememora el matrimonio, a la vez que se preguntan qué hubiera pasado de no haber sido por esta visita. «Quizás nunca hubiéramos donado», reflexionan.
Después del primer día, el acto de solidaridad se convirtió en un hábito. «Una vez empezamos, no paramos», asegura Mielanjel. Y se lo tomaron al pie de la letra. «Los días en los que hemos fallado han sido porque teníamos algo importante, y para nosotros es como un pecado», admiten. Es más, «los hombres podemos donar hasta cuatro veces al año, a diferencia de las mujeres, que solo pueden donar hasta tres. Normalmente, la campaña de la asociación solo viene a Legorreta en tres ocasiones y, para no desaprovechar esa última oportunidad que me queda, a veces he ido a otro municipio a donar», asegura Mielanjel.
Axun Goikoetxea
Donante en 110 ocasiones
Por si fuera poco, Axun fue, hasta el año pasado, la delegada de la asociación en Legarreta. Ahora las cosas han cambiado mucho, y para extender el mensaje y la importancia de donar sangre entre los jóvenes, las redes sociales son imprescindibles. Antes, «íbamos buzón en buzón, colgábamos carteles e incluso animábamos, boca a boca, a la gente de Legorreta», asegura Axun entre risas. «Unos días antes la gente nos preguntaba 'oye, ¿sobre qué hora me podré acercar a donar mañana?'. Teníamos que ir preparados con papel y boli».
Después de cinco décadas, el matrimonio dejó de donar sangre a los 70 años. Pero, «¡50 años se dicen pronto!». Es un aniversario «muy especial», el de las bodas de oro. Así, el hábito que adoptó el matrimonio terminó convirtiéndose en uno familiar cuando sus dos hijos siguieron los pasos de los aitas.
El primero, Manex, donó por primera vez con dieciocho años; ahora tiene 43 y como le enseñaron sus padres, no se pierde una. Su hermana, Zelai, también realizó su primera donación tras alcanzar la mayoría de edad y ya lleva unos veinte años como donante. Así, la familia de Legorreta ha realizado alrededor de 300 donaciones. Axun y Mielanjel son graduados con matrícula de honor en solidaridad, y hace años que recibieron el premio de las 100 donaciones que lo acredita. «Estamos muy agradecidos, al final esto es una señal de que hemos gozado de buena salud», insiste el matrimonio. Además, «donando sangre se salvan vidas y se ayuda a mejorar la salud de muchas otras personas».
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Teniendo en cuenta que sus hijos también han recibido los reconocimientos por haber donado «casi 40 veces» cada uno, la cifra alcanzada por la familia ronda las 300 donaciones. Esto es equivalente a haber donado cerca de 120 litros de sangre. Los legorretarras coinciden en que «donar sangre una vez está muy bien, pero lo importante es donar con frecuencia; hace falta sangre continuamente». Manex y Zelai añaden que «la sangre no se puede ni crear ni fabricar y está en manos de los ciudadanos el recibirla cuando se necesite, y esto nos genera un sentimiento especial cada vez que donamos», coinciden los hermanos.
«Desde pequeños nos han inculcado en casa la importancia de donar», y ahora las nuevas generaciones también van a continuar con el legado familiar. «Nuestra sobrina de 13 años está esperando con ganas su turno», cuenta Axun, contenta.
En el último año, «Gipuzkoa ha contado con 17.981 donantes activos», afirma el presidente de la asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa, Sabin Urcelay. De estos, «el 53,80% son hombres. Teniendo en cuenta que las mujeres tienen algunas circunstancias que les suelen alejar de la donación como el embarazo o la lactancia, la proporción está equilibrada», añade. En cuanto a la solidaridad de los jóvenes, Urcelay asegura que «el relevo generacional no nos preocupa, los jóvenes donan cuando se les necesita». A poco más de una semana para Santo Tomás, se acerca la fecha que marca un antes y un después; una época en la que se dona «mucho menos. Los niños tienen vacaciones, cambian las dinámicas en el hogar... La gente se olvida y dice 'bueno, ya donaré en enero'». El presidente alerta de que «si el 20% de la población hiciera eso, bajarían las donaciones un 20%». Además, las plaquetas caducan «cada siete días y hay que mantener el ritmo».
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