A.A.
Martes, 11 de febrero 2025, 06:53
La ganadería Marqués de Saka de Deba no encuentra consuelo después de verse obligada a sacrificar las 160 cabezas de ganado por un brote de tuberculosis que apareció el pasado año. «Las ayudas que tenemos por parte del Gobierno Vasco no compensan la calidad de los animales», lamentaba ayer Jokin Rodríguez, uno de los responsables de la ganadería después de que hasta última hora de ayer alrededor de 80 reses ya hubiesen sido eliminadas. «A finales de semana o en unos diez días ya habrán sido sacrificadas todas», detallaba.
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Los responsables de Marqués de Saka, sin embargo, apuestan por afrontar el futuro con optimismo. «Tenemos un debe», dice Rodríguez. Aunque la incertidumbre tapa por completo el horizonte, desde la ganadería más antigua de Euskadi -existía ya en 1897- esbozan los pasos a dar para una reconstrucción hacia la que ya han comenzado a caminar. «Tenemos instalaciones y equipos. Compraremos vacas y algún toro, aunque es cierto que hay pocas esperanzas de que alguna sea madre», explica. También han extraído los óvulos de cuatro vacas y el esperma de un toro antes de que sean sacrificados. «Sabemos que costará mucho y mucho tiempo recuperarse, pero sobre todo amamos esta raza, que tiene unas características muy especiales».
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