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Joseba Zalakain dirige el Servicio de Información e Investigación Social (SIIS). Apuesta por un desarrollo de las políticas de familia y conciliación, aunque es consciente de que «no tienen efecto de un día para otro y es difícil que tengan un impacto real». «Las ... mujeres en edad fértil son las que son», afirma.
– ¿Qué está ocurriendo?
– Hay un cambio sobre un cambio. Ya venía de muy atrás la reducción de la natalidad y lo que ha habido es una profundización en su caída. Que cada vez nacen menos niños lo llevamos oyendo desde hace muchísimo tiempo, pero la reducción es todavía mas rápida ahora.
– ¿Cuál es el motivo?
– Hay varias razones. Primero, hay menos madres que puedan tener niños pero también porque cada vez tienen menos niños. Las madres inmigrantes cada vez tienen un número de niños más parecido a las de aquí y las autóctonas siguen reduciendo los nacimientos.
– ¿Y el otro motivo?
– Está lo que tiene que ver con las migraciones. Cuando terminó la crisis de 2008 hubo un gran incremento de entradas, pero tras el covid las cosas han cambiado. Entre eso y la mortalidad que pueda haber habido por la pandemia, que quizás haya tenido algún impacto, lo normal es que la población no aumente. Si casi no nacen niños, cada vez se muere más gente y tampoco atraemos a mucha gente de otros países, que cada vez seamos menos es la realidad con la que hay que contar.
– La pandemia no ha traído el 'baby boom' que algunos esperaban.
– Habría que ver las estadísticas de cada año, pero yo diría que con el covid no se ha producido un 'baby boom' sino más bien todo lo contrario. No creo que el covid haya afectado muy claramente a las pautas de natalidad ni de fecundidad, que venían cayendo claramente desde 2015. Primero cayó, luego hubo una época de cierta contención e incluso crecimiento de la natalidad en Euskadi, pero después ha vuelto a caer con mucha fuerza. Me da la impresión de que la pandemia no ha tenido un impacto muy significativo en esto.
– ¿Este descenso seguirá en el futuro?
– Pueden pasar dos cosas. Una es que cambien las pautas de fecundidad de las mujeres existentes. Podría haber una pequeña recuperación si existieran unas políticas que fomenten más la natalidad y la conciliación. Dicho un poco a lo bruto, desde el ámbito de las políticas se pueden hacer cambios para fomentar la natalidad, pero esas políticas no son mágicas, no tienen efecto de un día para otro, es difícil que tengan un impacto real. Además, está la cuestión de que las mujeres en edad fértil son las que son, salvo que traigamos un montón de mujeres inmigrantes, que tampoco es el caso. Las actuales son las que nacieron hace 30 años y en aquella época nacieron las que nacieron, que ya empezaban a ser pocas. A diferencia de las cohortes de los años 60, que eran muchas mujeres en edad fértil, las que llevan ya un tiempo en edad de ser madres son cohortes mucho más estrechas. De mil mujeres no puedes esperar 5.000 niños a no ser que cada una tenga cinco, y eso no va a pasar. Con este número, incluso importando madres, que es lo que hemos hecho durante un tiempo, tampoco vamos a equilibrar las tasas de natalidad. Esto no quiere decir que no haya que seguir apostando claramente por más políticas de familia y de conciliación que hagan que por lo menos quien quiera tener hijos los tenga en mejores condiciones.
– ¿Estamos notando ya las consecuencias del descenso de la natalidad?
– Se están notando ya. Las primeras, en el ámbito educativo. El cierre de colegios y aulas es un fenómeno que ya está llegando. Dentro de nada, si no es ya, pero eso se va a intensificar, va a haber pocos candidatos para ocupar los puestos laborales que sean necesarios. La ventaja para los jóvenes puede ser en cierto modo que serán muchos menos a la hora de competir por un puesto de trabajo, pero eso también va a generar problemas de empleos que no se van a poder cubrir con gente de aquí porque se van a incorporar muchas menos personas al mercado de trabajo.
Crisis de la natalidad
Javier Guillenea
Javier Guillenea
– ¿La solución es importar inmigrantes?
– Habrá gente a la que le guste mucho o poco, pero va a haber que traer gente para trabajar y vamos a tener que acostumbrarnos a que los incrementos de la población sean muy pequeños o negativos. Crecimientos grandes ni siquiera la inmigración los va a facilitar. No se ha apoyado suficientemente a la gente joven de hace diez o veinte años. No ha habido políticas potentes de apoyo a la gente joven y de emancipación, empleo o vivienda. El mercado de vivienda ha sido superantinatalista. ¿Cómo vas a tener un hijo con este mercado? No se ha ayudado a la gente joven y eso quiere decir que no se ha ayudado a la natalidad. Si no les facilitas ciertas cosas, una de las consecuencias clarísimas es que la natalidad caiga. Es como no haber regado un jardín durante mucho tiempo y cuando lo ves hecho una birria, pues ponte a arreglarlo.
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