Kote Cabezudo seguirá en prisión hasta que la sentencia que le impuso 28 años y 2 meses de prisión sea firme. La Audiencia de Gipuzkoa ha acordado prolongar la prisión provisional de este caso hasta los 10 años, de los cuales ha cumplido cuatro, accediendo ... así a las peticiones de la Fiscalía y la acusación particular. El fotógrafo donostiarra Kote Cabezudo se encuentra en prisión desde 2018.
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Cabezudo ha sido este año juzgado y condenado por la principal causa que existe contra él, por decenas de delitos cometidos sobre 17 modelos que pasaron por su estudio. Fue condenado a 28 años y 2 meses por agresión sexual, pornografía infantil y estafa, entre otros delitos, si bien dicho fallo está recurrido ante el Tribunal Supremo por la acusación particular y por la defensa. Hasta que el Alto Tribunal resuelva, la sentencia no es firme, y por tanto Cabezudo no puede comenzar a cumplir la condena y debe establecerse en qué régimen queda provisionalmente.
El 4 de mayo cumplió el plazo máximo de prisión preventiva, que es de 4 años, y la Audiencia de Gipuzkoa acordó su libertad provisional, aunque el fotógrafo seguía en prisión cumpliendo otras condenas menores. Sin embargo, la imposición de una sentencia abría la vía a extender la prisión preventiva hasta la mitad del máximo de cumplimiento de condena. En el caso de Cabezudo por ley solo puede cumplir 20 de los 28 años impuestos, por lo que la prisión preventiva se podía extender hasta los 10 años.
Así lo solicitaron el pasado jueves las partes en una vista, y así lo ha estimado finalmente el tribunal de la Audiencia de Gipuzkoa. Por tanto, como Cabezudo ya ha cumplido 4 años en prisión provisional, la extensión será hasta 2028, si es que el Tribunal Supremo no se pronuncia antes.
Las acusaciones sostenían que si Cabezudo quedaba en libertad existía riesgo de fuga del acusado, agravado al existir una sentencia condenatoria tan abultada, y que también había peligro de que se difundieran nuevas imágenes de las víctimas. En este sentido, señalaron que ya existen sentencias firmes contra él por haber mantenido imágenes de víctimas en la red a pesar de que un juez hubiese ordenado que las eliminase.
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«No tengo intención de escaparme a ningún lado», aseguró el pasado jueves el fotógrafo. «Mi vida familiar es muy importante con 74 años», dijo Cabezudo ante el tribunal, al que explicó que «tengo una hija de 10 años y su educación depende de mí y la hago por teléfono» desde la cárcel. «Si la intención es que siga en la cárcel hasta los 81, 85 o 89 años o hasta el fin de mis días, por lo menos le veré cada 15 días en el vis a vis», señaló.
Del mismo modo, negó que tuviera en su posesión material de las víctimas y que tenga intención de compartirlo en internet. «Negué, negaré y niego» ser responsable de esa difusión. «Espero que se acabe sabiendo quiénes son los que han subido las imágenes incluso cuando yo estaba en prisión», insistió.
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Hasta ahora Cabezudo permanecía en prisión cumpliendo dos condenas de 5 y 7 meses, que comenzaron a computar el pasado mes de marzo. No obstante, con la decisión adoptada ayer por el tribunal de la Audiencia de Gipuzkoa, una vez cumpla esas penas seguirá en prisión en situación provisional, mientras el Tribunal Supremo decide sobre la sentencia que le impone casi 30 años de cárcel. Por el momento el Alto Tribunal no ha comunicado si admite a trámite los trece recursos presentados por la acusación particular y el de la defensa.
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