Primera semana del caso Cabezudo: el acusado niega los hechos y las víctimas le contradicen

El juicio arrancó el lunes, si bien tuvo que ser suspendido por la propuesta de nuevas pruebas y testigos por parte de la defensa, además de otras cuestiones previas como el modo en el que iban a declarar las víctimas. La vista se retomó de nuevo el martes. El tribunal resolvió que aceptaba a dos testigos presentados por la defensa (un fotógrafo que fue profesor del acusado y una modelo) y unos contratos referentes a dos de las víctimas presentados por los abogados de Cabezudo. Después comenzó el juicio como tal con el interrogatorio al acusado, que solo respondió a las preguntas del fiscal y de sus letrados.

Kote Cabezudo se sentó en una mesa frente al tribunal, donde colocó los cuadernos en los que había ido apuntando todo y algunos libros de fotografía. El fiscal Jorge Bermúdez le fue preguntando una a una por las 16 víctimas, sobre los contratos firmados con ellas y el desarrollo de las sesiones de fotos. El representante del poder público sostiene que todas ellas fueron engañadas por el acusado para firmar unos contratos «inocuos» en los que no se especificaba que iba a tomar fotos «explícitas de sus partes íntimas», y en los que tampoco se consentía que ese material pudiera compartirse y venderse en las webs del acusado y en otras páginas de pornografía. El fotógrafo lo negó y aseguró que «todo estaba debidamente informado en el contrato. Nunca han hecho nada que no sepan, jamás, o que no quieran. Si no quieren cogen y se van», afirmó Cabezudo.

Sobre los delitos sexuales cometidos sobre cuatro de las jóvenes, algunas de las cuales denuncian haber sufrido tocamientos, Cabezudo dijo que «en absoluto he realizado tocamientos libidinosos a las modelos. Si hubiese ocurrido eso esa señorita deja de trabajar y se marcha a su casa y no vuelve».

La acusación más grave contra el fotógrafo es la de una agresión sexual cometida sobre una menor de 15 años, a la que habría realizado tocamientos y obligado a que le realizara una felación, y que cuando cumplió la mayoría de edad la «penetró vaginalmente», lo cual la joven permitió «amedrentada por la advertencia de que si no atendía a sus condiciones publicaría sus fotografías de desnudos». El acusado se negó a responder las preguntas referentes a esta víctima. «No voy a responder si he mantenido relaciones consentidas con una persona adulta», dijo.

La declaración del acusado apenas duró dos horas, por lo que la vista del miércoles quedó suspendida y se retomó el jueves con el inicio de la prueba testifical y las tres primeras víctimas del procedimiento. Las mujeres declararon a puerta cerrada, mientras Cabezudo las escuchaba por videoconferencia en una dependencia anexa. Lo hicieron sin mascarilla, para que los magistrados pudiesen percibir todas sus reacciones.

Estas mujeres realizaron sesiones de fotos en 2003, 2007 y 2012, en las que se les tomaron imágenes desnudas y «explícitas» de sus partes íntimas. Unas fotografías sobre las cuales las chicas aseguran que no autorizaron su difusión en internet. El fiscal considera que todas son víctimas de delitos contra la intimidad. Además dos de ellas también le acusan de estafa, ya que aunque recompraron sus derechos de imagen al acusado, sus fotos seguían apareciendo en las redes sociales y en las webs de Cabezudo años después. La tercera de las víctimas tenía 16 años cuando realizó las fotos, por lo que se acusa a Kote de un delito de corrupción de menores.