«Mezclar depresores y excitantes es como acelerar y frenar al mismo tiempo»

Aunque la composición más usada para fabricar tusi sea la formada por ketamina, MDMA y cafeína, algunos traficantes optan por incluir también cocaína. «Además, en muchos casos se mezcla el tusi con bebidas alcohólicas. Entonces se combinan elementos que son depresores para el sistema nervioso con otros que son excitantes. Es como si estuvieras acelerando y frenando al mismo tiempo en un coche», compara el docente.

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Otro de los riesgos que conlleva el consumo de tusi es la rapidez con la que llegan los efectos. «Esta droga, a diferencia de otras, necesita una dosis de muy pocos miligramos para hacer efecto a la persona que la consume». Entre dichas secuelas se encuentran las alucinaciones, los comportamientos agresivos y los estados depresivos o de éxtasis.

La peligrosidad de las sustancias empleadas para elaborar el tusi convierten las pequeñas confusiones en situaciones que pueden acarrear graves consecuencias. «Si la persona encargada de elaborarla se confunde con la mezcla, hay un problemón porque seguramente sea una bomba». El proceso de fabricación es muy manual y esto da pie a que, en caso de falta de experiencia, se cometan equivocaciones en las cantidades de sustancias utilizadas. Una de las dos intoxicaciones por tusi que se han producido en lo que va de año en Gipuzkoa fue la de un traficante que se equivocó en la manipulación y experimentación de esta droga.