Secciones
Servicios
Destacamos
Orihuela ya se viste de gala para celebrar la toma de posesión de José Ignacio Munilla como nuevo obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante este fin de semana. La puerta de Callosa, a la que el prelado guipuzcoano llegará a los lomos de una mula blanca, de nombre 'Bartola', ya ha cerrado sus portones y se han iniciado las labores de mantenimiento para que se vea «lo más espectacular posible» este sábado. «Los vecinos ya esperan impacientes a una ceremonia que va más allá de lo eclesiástico», explica María del Carmen Portugal, periodista hondarribiarra afincada en Orihuela y que ha estudiado todo el protocolo que rodea a este acto.
Portugal, que se muestra muy «emocionada» en vísperas de la ceremonia, explica que la puerta de Callosa de Orihuela se mantiene siempre abierta y solo se cierra para celebrar este acto que tiene su origen en el siglo XVI. Emulando la tradición del ejército romano tras sus triunfos, José Ignacio Munilla se irá hasta el portón de madera y lo golpeará tres veces. Al otro lado, el alcalde le preguntará «¿quién va?» y éste le contestará: «El obispo, que entra en Orihuela». Tras estas palabras, se abrirá la puerta y el obispo Munilla, que el domingo se despidió de sus feligreses en Donostia, bajará de la mula blanca para dirigirse a la catedral de El Salvador en donde se llevará a a cabo la toma de posesión, tras saludar a las autoridades.
Ni el Covid ni el limitado aforo de la catedral por su tamaño, una de las más pequeñas de España, impedirán que gran parte de los ciudadanos se congreguen este sábado para presenciar el acto. «En la catedral estarán las autoridades políticas y eclesiásticas. Para el resto de los vecinos, la única manera de acceder es mediante autorización, pero el ayuntamiento ha colocado una pantalla gigante en la plaza central del pueblo para que todos puedan seguir el acto», comenta la hondarribiarra.
Porque el nombramiento del prelado es un evento que «emociona mucho» a los vecinos oriolanos. «Antiguamente era más habitual ver este tipo de actos, pero a día de hoy, Orihuela es la única diócesis que mantiene la tradición viva», afirma la periodista especializada en protocolo, autora de la tesis doctoral 'El obispo a lomos de una mula'.
Noticia Relacionada
Iraitz Vázquez
Pese a que la ceremonia se culmina en la catedral de Orihuela, el inicio de la procesión arranca a más de 10 kilómetros del casco viejo. Concretamente, el prelado guipuzcoano empezará los actos de su toma de posesión en Cox. Allí, el antiguo obispo de San Sebastián visitará la parroquia de San Juan Bautista, el ayuntamiento y el Santuario del Carmen, patrona de la localidad. A la salida del templo, como manda la tradición, el nuevo obispo degustará uno de los platos típicos de la zona: el arroz y costra. «La tradición trasciende de los eclesiástico, es parte de la identidad de la zona y de no celebrarse se estaría perdiendo parte de la esencia», explica la hondarribiarra.
A continuación, en caravana de coches y con muchos vecinos acompañando la procesión, Munilla proseguirá con su viaje hacia Orihuela, aunque realizará breves paradas en Callosa de Segura y en Redován. «Mucha gente acompañará al nuevo obispo durante su viaje. Es cierto que la gran mayoría se congrega en el punto clave, como es la puerta, o en la zona del casco viejo, pero siempre suele haber ambiente también en el viaje hasta allí», apunta María del Carmen Portugal. El recorrido a coche acabará en la ermita de San Antón, en la que después de unos minutos de oraciones, el nuevo prelado volverá a cumplir otra de las tradiciones culinarias de la ceremonia: beberse un vaso de zumo de naranjas de la zona.
Tras el refrigerio y a la salida de la ermita espera la mula Bartola, que llevará a Munilla a Orihuela en una travesía de algo más de un kilómetro. El prelado guipuzcoano quiere cumplir con la tradición sin sobresaltos, por lo que esta semana ha estado practicando en la Hípica de Loiola a lomos de la yegua 'Txispa'. Una vez en la puerta de la ciudad el obispo y el alcalde mantendrán el pequeño diálogo comentado al inicio y se abrirá para que, ya a pie, el nuevo prelado emprenda el paseo por las calles más emblemáticas del casco antiguo de la ciudad hasta llegar a la catedral de El Salvador, donde se oficiará la ceremonia de toma de posesión.
José Ignacio Munilla no será el primer vasco en ocupar el cargo de obispo diocesano de Orihuela. Hay que remontarse a inicios de 1920 cuando otro donostiarra ocupó dicho cargo. Aquel entonces fue Francisco Javier Irastorza Loinaz, como recuerda la experta guipuzcoana María del Carmen Portugal. quien defendió el obispado durante casi dos décadas hasta su muerte (1922-1943). Su sustituto era también de origen guipuzcoano. José García Goldaraz, hernaniarra de nacimiento, recogió el relevo de Irastorza hasta 1953, cuando dejó el cargo tras ser nombrado arzobispo de Valladolid.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.