Los radares colocados en septiembre en las obras de la A-15 comienzan a multar cuatro meses después

Estos cuatro radares temporales fijan una velocidad máxima de 60 km/h y se mantendrán activos hasta que finalicen las obras de acondicionamiento de los túneles de Oindolar (sentido Pamplona) y Gorosmendi (dirección Donostia), lo que está previsto para esta primavera.

Desde Tráfico indican que la instalación de estos nuevos puntos de control de velocidad responde a «motivos de seguridad» en tramos en obras. Los trabajos comenzaron el pasado mes de septiembre y desde entonces el tráfico en esa zona se regula mediante by-pass en los otros dos tubos, recientemente renovados entre 2023 y 2024. Así, la circulación en ambos puntos es de un carril para cada sentido con una velocidad máxima permitida de 60 km/h. Se trata de un límite habitual en este tipo de trabajos complejos de mantenimiento de la red viaria.

En concreto, estos cuatros nuevos radares provisionales de la A-15 están ubicados en los puntos kilométricos 151,562 y 143,305 para la circulación sentido Donostia; y en los puntos kilométricos 143,968 y 152,024 sentido Pamplona. O lo que es lo mismo, a la entrada y salida de los túneles de Oindolar y Gorosmendi. Al igual que ocurre en otros tramos de esta vía, varias señales informativas advierten a los conductores de la presencia de estos cinemómetros, que ya están activos. Por lo tanto desde ahora y hasta que finalicen las obras y se retiren los by-pass los conductores que superen este límite serán multados.

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Cabe recordar que los dos tramos en obras tienen una considerable pendiente, ascendente dirección Pamplona y descendente sentido San Sebastián, donde ya hay varios radares fijos de 100 km/h en la salida de dos túneles y de 80 km/h antes de enlazar con la N-I en Andoain.

Tal y como se recoge en el BOPV, la activación de estos nuevos radares es una medida «temporal, no permanente, que se mantendrá durante toda la ejecución de las obras». La previsión es que los trabajos terminen esta primavera.

La instalación de radares provisionales es una práctica habitual en tramos en obras para garantizar la seguridad de los conductores. Ya ocurrió en esta misma durante los trabajos de renovación de los otros dos tubos de los túneles de Oindolar y Gorosmendi. Entonces, estos cinemómetros provisionales 'cazaron' a cuatro conductores al día.