El testimonio de las víctimas de Kote Cabezudo no será público

El jueves pasado declararon las tres primeras víctimas de este procedimiento y por cuestiones técnicas los medios no pudieron reproducir sus declaraciones. El tribunal se comprometió a solucionarlo para que, desde una sala habilitada, los periodistas pudieran no ver pero sí escuchar a las testigos. Sin embargo, el letrado que representa a 14 de ellas ha solicitado que sus testimonios no trasciendan fuera de la sala, a lo que el tribunal ha accedido.

En la sesión de hoy han declarado dos nuevas víctimas, una de las cuales denuncia haber sufrido abusos sexuales por parte del acusado. La joven acudió en el año 2008 al estudio del acusado para realizar varias sesiones fotográficas. Entonces tenía 19 años. La Fiscalía de Gipuzkoa sostiene que el fotógrafo en una de esas sesiones «le tocó lascivamente el cuerpo, los pechos, y le introdujo los dedos en la vagina».

Asimismo el fiscal defiende que el encausado «le hizo firmar un contrato para posteriormente compartir las fotografías en las que aparecía desnuda y con exposición de sus partes más íntimas en páginas en las que se ofrecía, previo pago, material pornográfico». Todo ello lo hizo, sostiene el fiscal sin informarle «suficientemente de lo que perseguía con el material obtenido» y tras decirle a la joven que en las fotografías en las que aparecían sus genitales «no se vería nada».

Según el Ministerio Público Cabezudo tomó vídeos y fotografías de la modelo «sin su consentimiento» y después las difundió en páginas web que él mismo administraba. Y que a pesar de que habían acordado que sus fotografías íntimas aparecerían publicadas bajo pseudónimo, en 2012 Cabezudo modificó su web y identificó sus fotos con su nombre real.

La segunda víctima en declarar ha solicitado hacerlo acompañada de un familiar. Esta mujer realizó varias sesiones de fotos con Cabezudo en el año 2009, cuando tenía 20 años. De la misma manera que con la anterior víctima, el fiscal asegura que el acusado le hizo firmar un contrato «sin informarla lo suficiente» de que sus fotos y vídeos en las que aparecía desnuda iban a ser compartidas en webs porno de pago. De la misma manera, el fotógrafo le aseguró que en las fotos en las que aparecían sus partes íntimas «no se le vería la cara».

Kote Cabezudo, que en su declaración negó todos los hechos de los que se le acusa, se enfrenta a una petición fiscal de 121 años de prisión por delitos contra la intimidad, la integridad moral, abuso sexual y agresión sexual, corrupción de menores, estafa y pornografía infantil. El juicio continua mañana con la declaración de otras cuatro víctimas.