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Ainhoa de las Heras
Bilbao.
Martes, 17 de septiembre 2024, 02:00
La cónsul de Venezuela en Bilbao, Glenna Cabello, hermana del ministro del Interior de su país, Diosdado Cabello, quien informó en una rueda de prensa el pasado sábado sobre la detención de dos bilbaínos acusados de «conspiración» contra el régimen chavista, habló este lunes sobre ... el caso con este periódico. La diplomática, que lleva dos años destinada en la capital vizcaína, fue la primera institución a la que acudieron las familias de José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, de 35 y 32 años, en busca de ayuda.
Tocaron a su puerta el pasado lunes, 9 de septiembre. Los dos turistas tenían que haber regresado el día anterior en un vuelo Caracas-Madrid, pero no lo cogieron y no les avisaron de los motivos. En realidad, no sabían nada de ellos desde el 2 de septiembre, cuando mantuvieron la última comunicación telefónica desde Bilbao, a las 8.23 horas de la mañana. Se disponían entonces a tomar una lancha desde la localidad colombiana de Inírida, que habían ido a visitar, para regresar a Venezuela, concretamente a Puerto Ayacucho, en la orilla del río Orinoco.
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Expertos trotamundos, los dos jóvenes vizcaínos llevaban entonces dos semanas en el país latinoamericano, por el que se movían «sin guía», incide la cónsul. Cabello advierte de que «la zona» en la que se encontraban José María y Andrés «está militarizada». «No se trata de un destino de turismo masivo, se encuentra al sur del país, en la frontera con Colombia, en una zona de seguridad», precisa.
Según su entorno, a estos dos bilbaínos, uno de ellos instalador de aire acondicionado actualmente afincado en Suiza y el otro desempleado, aunque también ha trabajado colocando ventanas, les gusta mucho viajar a destinos alejados de los circuitos turísticos. El año pasado estuvieron en Colombia y también han recorrido Filipinas y otros países de Asia.
Según su hermano, el ministro del Interior, ambos fueron arrestados cuando «hacían fotografías a infraestructuras» y después de interesarse por unos «explosivos» en Puerto Ayacucho. La versión del régimen de Nicolás Maduro mantiene que José María y Andrés son «espías que pertenecen al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español» y que formaban parte de un «complot dirigido por EE UU y la CIA para derrocar al Gobierno bolivariano». Les atribuyen un intento de «acciones terroristas» contra Maduro y otras figuras claves del régimen. En la operación, añadió Diosdado Cabello, se arrestó también a tres ciudadanos norteamericanos, entre ellos un militar supuesto cabecilla, y un checo, y se incautaron «400 fusiles y pistolas». Tanto el Gobierno español como las familias de los turistas han negado rotundamente estas acusaciones y sostienen, por contra, que los jóvenes se encontraban de viaje vacacional.
La cónsul defiende que se han respetado los derechos de los ciudadanos vascos, pese a la falta de información durante casi quince días. Entonces, ¿por qué sus allegados no conocían el arresto? La diplomática asegura que «no siempre los detenidos piden hablar con sus familias y es un derecho que sólo se puede ejercer a petición de ellos». Advierte, además, de que en su país «no es lo mismo una detención por un delito común que por uno contra la seguridad del Estado», lo que explicaría, a su juicio, que el arresto se haya prolongado tanto. «Se están haciendo investigaciones», apunta a este periódico.
Los dos amigos de Bilbao partieron hacia Venezuela el pasado sábado 17 de agosto, en un vuelo Madrid-Caracas. Allí alquilaron un coche, que tenían previsto devolver el 5 de septiembre, aunque nunca lo hicieron, lo que despertó las sospechas de sus familias. Los dos turistas decidieron cruzar la frontera con Colombia en lancha (no hay una buena red de carreteras) y conocer la ciudad de Inírida, en plena selva del Amazonas, destino de amantes de la naturaleza salvaje y de las rutas de senderismo en los grandes parques nacionales. Pero ya no supieron nada más de ellos, por lo que temen que fueran detenidos ese mismo día, hace ya dos semanas.
Por su parte, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, «como suele hacer en estos casos, lleva varios días interesándose por la situación de estos dos bilbaínos detenidos en Venezuela», informaron desde el Ayuntamiento.
El entorno de los dos jóvenes vizcaínos está convencido de que «se encontraban en el momento inadecuado en el sitio inoportuno», en plena crisis política entre España y Venezuela después de que se haya admitido la petición de asilo de un líder opositor y de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, tachara al régimen de Nicolás Maduro de «dictadura». A la espera de noticias, los familiares de José María Basoa y Andrés Martínez en Bilbao, aconsejados por las autoridades, han optado por mantenerse en silencio para no desbaratar una posible salida negociada a la situación.
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