El portavoz del PP en el Parlamento Vasco, y presidente de los populares guipuzcoanos, Borja Sémper, pasea por el centro de San Sebastián. SARA SANTOS

Borja Sémper: «Soy de extremo centro y me preocuparía que el PP se fuera a la derecha»

Portavoz del PP en el Parlamento Vasco ·

«A veces tengo la sensación de qué pinto yo en la política actual al ver que solo tienen éxito los discursos polarizados»

Ainhoa Muñoz

SAN SEBASTIÁN.

Domingo, 29 de julio 2018, 08:27

Borja Sémper, que se define a sí mismo como de «extremo centro», asume con cierto sabor amargo la derrota de Soraya Sáenz de Santamaría, a la que avaló en la pugna por hacerse con la presidencia del PP. Y aunque el portavoz de los populares en el Parlamento Vasco reconoce que la formación ha salido fortalecida del congreso que dio por vencedor a Pablo Casado, lamenta también que el nuevo líder del PP no haya integrado en el nuevo organigrama a dirigentes que respaldaron a la exvicepresidenta.

Publicidad

-¿Se está rompiendo el PP?

-No, en absoluto. Lo lógico en un proceso de primarias es que haya tensiones. Pero de ahí a la ruptura hay un abismo.

-Pablo Casado ha manifestado que no va a permitir «corrientes internas». Si no hay riesgo de división interna, ¿por qué hace esa advertencia?

-Es una advertencia inocua. El PP no tiene corrientes internas, lo que tiene es diferentes sensibilidades, que van desde el centro hasta la derecha, que aglutina a liberales, conservadores... Es decir, existen diversas tendencias ideológicas que siempre han convivido con normalidad.

-Después de este proceso, ¿cómo queda la relación Alonso-Maroto?

-Bien. Maroto optó por Casado y Alonso por Sáenz de Santamaría. ¿Esto ha generado tensiones entre los dos? Alguna probablemente, pero exclusivamente electoral.

-Sin embargo, ya han empezado a aflorar las críticas del sector 'sorayista' por la «falta» de integración en el equipo de Casado. Usted mismo ha catalogado de «eslogan» más que de «realidad» este hecho.

Publicidad

-Cuando hay un proceso electoral todos los candidatos utilizan ese eslogan y hablan de integración a posteriori. Y yo siempre he tenido serias dudas de que el ganador vaya a integrar tanto como el perdedor quiere o incluso como sería razonable.

-¿Está conforme con la integración que ha abanderado Casado?

-Hay gente extraordinariamente valiosa que apoyó a Soraya que ha sido incorporada, pero también hay otra gente muy valiosa que no ha sido integrada. Y a mí eso me entristece. Dejar de ver a Íñigo de la Serna, por ejemplo, me da pena. Perderle creo que es un error.

Publicidad

-Pero Casado sí le ofreció tanto a De la Serna como a Fátima Báñez entrar en el comité ejecutivo. Y ambos rechazaron la oferta.

-Sí, pero como secretarios de área. Y una secretaría de área es muy digna, pero no está a la altura de lo que un proceso de integración con estas personas requiere. Lo verdaderamente importante dentro de la dirección nacional del PP es el comité de dirección. Y para que alguien de talla política pueda influir en la dirección del partido tiene que estar en el comité de dirección.

-En el comité de dirección también está Cuca Gamarra, que apoyó a Sáenz de Santamaría.

-Sí. Pero yo hubiera incorporado a más gente de primera línea en el comité de dirección.

-¿Hasta alcanzar ese 43% que reclamaba Sáenz de Santamaría?

Publicidad

-Yo no estoy de acuerdo con lo que planteó Soraya, porque no es una cuestión de porcentajes. Es cuestión de perfiles, de personas de nivel con trayectoria y con posición política que dé respuesta a ese espacio político amplio que ocupa el PP.

«Me entristece que gente muy valiosa que apoyó a Soraya no haya sido incluida al equipo de Casado»

«Entiendo que haya más representación de Cospedal que de Santamaría, pero no lo comparto»

«Me hubiese gustado ser vicesecretario de Comunicación para hacer bandera de la centralidad»

«Sigo pensando que Soraya es un cartel inmejorable para disputar a Sánchez el Gobierno»

-Entonces, ¿cómo se debería de haber materializado la integración?

Publicidad

-Hubiera hecho un comité de dirección más amplio y hubiera incorporado a Íñigo de la Serna, a Fátima Báñez o a José Luis Ayllón.

-¿Como vicesecretarios?

-Sí. Pero es evidente que no había sitio para todos, sobre todo porque el peso de Cospedal sigue siendo muy evidente, y ha influido mucho en la lista de Pablo.

-¿Entiende que haya más representación en el comité de dirección del sector de Cospedal que del de Santamaría, que se ganó el respaldo de la mayoría de afiliados?

-Lo entiendo en la lógica política habitual, pero no lo puedo compartir desde mi manera de entender la política. Yo hubiera contado, independientemente de los apoyos, con la gente más válida para rehacer el proyecto político del PP y ganar las próximas elecciones generales.

Noticia Patrocinada

-El sector de Casado, sin embargo, está vendiendo que sí ha habido integración.

-Y no mienten. Han incorporado en el comité ejecutivo a gente que ha apoyado a Soraya. Lo que yo digo es que no han integrado al más alto nivel. Y eso es una realidad objetiva.

-¿Le han tanteado a usted para entrar en la ejecutiva?

-No.

-¿Cree que, de alguna manera, la fidelidad que le han mostrado a Santamaría desde el PP vasco les está pasando factura?

-No. El PP vasco es un partido muy considerado, internamente muy sólido, políticamente con un discurso identificable y con un liderazgo incuestionable que es el de Alfonso Alonso. Yo confío en que el PP vasco siga siendo escuchado en Madrid para los temas que afectan a Euskadi.

Publicidad

-Con la excepción de Maroto, sin embargo, el PP vasco se queda más distanciado de la órbita principal del partido, algo que no hubiese pasado si hubiera ganado Soraya.

-Eso es cierto. Solo Maroto.

-¿Y eso cómo puede repercutir al PP en Euskadi?

-A efectos prácticos en poco, porque la opinión del PP vasco, singularmente la de Alfonso, es escuchada en Madrid y muy tenida en cuenta. A efectos de imagen, mucho.

-Usted también se ha quedado a las puertas de convertirse en uno de los dirigente del PP con más cuota de poder en el partido...

Publicidad

-En otra vida.

-¿Aspira a ello?

-No. A medida que van pasando los años soy más de extremo centro. Y creo que la política se desliza hacia un terreno en el que los discursos más extremos polarizados son los que más van a tener éxito. Y es un escenario que a mí me incomoda. Con lo cual, a veces tengo la sensación de qué pinto yo en la política actual cuando solo parece que tienen éxito quienes fuerzan discursos de extremos. Cada vez se hace más difícil tener un mensaje transversal y sereno.

-En cualquier caso, ¿le hubiese gustado ser vicesecretario de Comunicación del PP?

-Lo de vicesecretario de Comunicación lo dice usted. Pero sí, me hubiera gustado, lo confieso. Porque me hubiera encantado poder influir en este sentido, en el de hacer bandera del extremismo de centro.

Publicidad

-¿Se ha quedado con cierto sabor amargo tras la derrota de Santamaría?

-A nadie le gusta perder y esa es la parte amarga, pero el partido sale reforzado, y ese es el lado dulce. Y sale reforzado porque el PP, que llevaba años sufriendo un desgaste motivado por casos de corrupción, necesitaba moverse. Y eso lo ha permitido el congreso. Yo tengo mucha confianza en Pablo Casado. Creo que es un tipo sólido políticamente, con experiencia y trayectoria. Lo hará bien.

-Aun así, ¿sigue decepcionado con el resultado del cónclave?

-Hay una cosa que me chirría y no la puedo ocultar. En la primera vuelta de nuestro proceso imperfecto de primarias, los afiliados votaron de manera libre y mayoritariamente a Soraya. Esto es un dato muy relevante. Luego esa victoria ha sido modificada por los compromisarios. ¿Es legítimo? Absolutamente. ¿Son las normas de las que nos habíamos dotado? Sin duda. Pero confieso que a mí ahí hay algo que no me encaja.

-¿Cree, entonces, que los compromisarios deberían de haber respetado la voluntad de la mayoría de afiliados, que dieron por ganadora a Soraya Sáenz de Santamaría?

-Los compromisarios han hecho lo que tenían que hacer según las normas. Otra cosa es que yo, particularmente, no termine de encajarlo.

-¿Qué es lo que ha fallado para que pierda la exvicepresidenta?

-No lo sé. Pero ya me importa poco. Tenemos que romper el retrovisor y mirar ya a futuro. Ahora empujamos todos en la misma dirección.

-¿Cómo afronta esta nueva etapa?

Publicidad

-Con ganas, con fuerza, con un partido renovado y con un horizonte político extraordinariamente complejo en España. Nosotros aquí en Euskadi y Gipuzkoa tenemos que recuperar espacio político en las instituciones. Y así afrontar luego las elecciones generales cuando toquen para volver a recuperar el Gobierno.

-Ese fue precisamente el mensaje en el que incidieron durante la campaña de Santamaría. ¿Sigue pensando que ella es mejor opción que Casado para disputarle a Sánchez la presidencia del Gobierno?

-Hombre, sería muy mezquino por mi parte que en 48 horas haya cambiado de opinión. Yo creo que Casado es muy buen cartel y va a ser un magnífico candidato, lo que creo es que Soraya hubiera sido mejor. Su solidez y experiencia le hacía ser un cartel inmejorable. Pero los compromisarios del PP han decidido que sea Casado. Y yo voy con Casado.

-¿Y qué le parece su discurso? ¿Le preocupa ese giro a la derecha?

-Me preocuparía que el PP se fuera a la derecha y olvidara el centro. Para ser un partido de centroderecha hay que ser de derechas, pero también de centro.

-Le hago la pregunta a la inversa. ¿Teme que el partido pierda la centralidad?

-Confío en que no lo haga. Si el PP pierde la centralidad sería un problema no solo del PP, si no de España. Y yo confío en Pablo. Es muy inteligente y no creo que vaya a escorar el PP a la derecha.

Publicidad

-¿Casado encarna la regeneración?

-Sí, sin duda. Generacionalmente y en cuanto a discurso también.

-Usted mismo se ha catalogado como de «extremo centro». ¿No choca con el discurso conservador de Casado?

-No. Yo soy de extremo centro y me siento muy cómodo en un partido en el que hay gente que se define de derechas.

-¿Y no le perjudica al PP vasco escuchar a Casado renegar del euskera en Navarra, por ejemplo?

-El euskera es patrimonio no solo de todos los vascos, si no del conjunto de los españoles. Decir que la política lingüística en Navarra impulsada por los nacionalistas es nociva, lo puedo compartir. Pero decir que el euskera es ajeno a Navarra es un error, y puede ser fruto del desconocimiento.

-Hay quienes han tildado a Casado como el 'heredero de Aznar'. ¿De alguna manera se está volviendo a los postulados que imprimió el PP de José María Aznar?

-No. A Casado le honra no haber ocultado nunca su afecto y su lealtad a Aznar. Pero no creo que eso suponga que el PP de ahora se retrotraiga al PP de los 90.

Publicidad

-¿Y qué me dice de María San Gil? Casado ha intentado recuperarla.

-Me parece muy lógico porque María es una mujer con una talla política innegable. Lo que pasa es que creo que María está en otro momento de su vida.

-¿Y cómo cree que puede afectar, ya no solamente a Casado a título personal, si no al PP toda la polémica que se ha generado alrededor del famoso máster?

-Cuando vino a San Sebastián en campaña tuve la oportunidad de preguntarle y él está muy tranquilo y seguro. Por lo tanto, yo no puedo estar más que tranquilo y seguro.

-¿Y si se demuestra que han habido irregularidades?

-Confío en su palabra. Si cambian las circunstancias vuelva a preguntarme y le diré lo que pienso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad