Anoeta, sin las pistas, era esto

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Un once con Remiro como jugador más veterano

¿Es el de ayer el equipo inicial más joven alineado por la Real en su historia reciente? Habrá que tirar de hemeroteca. No andará lejos porque Imanol puso un once cuya media de edad era de 21,8 años. El mayor era Remiro (24), seguido de Le Normand, Merino, Gorosabel e Isak (23); Zubeldia, Oyarzabal, Aihen y Guevara (22); Odegaard (21); Isak (20) y Barrenetxea (18). El 'Ajax guipuzcoano' que tiene en mente el director deportivo, Roberto Olabe, a escena. Tiene mucho mérito lo hecho ayer.

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Dos estilos, un mismo resultado al descanso

Al descanso lamentamos que la Real no hubiera sido capaz de conservar la ventaja materializada por Isak. Había llevado el peso del juego, había tenido más y mejores ocasiones, pero bastó un error en la salida del balón para que Osasuna acabara la primera parte con un botín que consiguió con un buen posicionamiento en el campo y mucho trabajo. Dos estilos distintos para un mismo resultado. A la Real le faltó agarrarse al campo cuando se puso por delante. En la segunda parte, Osasuna dio un paso más, tocó más balón, y la Real jugó a la contra. Otro registro con buen resultado.

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Isak, tocado por una varita mágica

Tres partidos (Espanyol, Mallorca y Osasuna) y cuatro goles. A Isak le han venido a ver las musas. Está de dulce con una confianza brutal desde que ha asumido el rol protagonista. Ahora lleva peligro cada vez que toca el balón. Su primer remate en el minuto 28 se fue demasiado cruzado, una de esas ocasiones que no se pueden fallar en finales como la de ayer, pero un minuto después no erró. En la segunda parte, otro de cabeza a la salida de un córner. Si Willian José se queda, va a tener que pelear lo suyo.

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Osasuna dio espacios a la Real y se inmoló

La Real se desató en la segunda parte. Cuando parecía que había perdido el control en el centro del campo, la Real se replegó y Osasuna creyó que el partido era suyo. Nada más lejos de la realidad. Osasuna se inmoló porque con Isak, Oyarzabal, Odegaard y Portu desatados, con espacios, no hay rival que pueda frenarlos. La Real jugó a dos cosas y le salió redondo. Solo quedamos ocho.