

Secciones
Servicios
Destacamos
Todo realista se acordará dónde estaba y con quién disfrutó esos dos minutos en los que la Real se vio en La Cartuja desde el ... tanto de Oyarzabal hasta el 2-3 de Bellingham. Instantes de pura felicidad, una mezcla entre el equilibrio y la locura, factores que no pegan juntos. Así se sintió el equipo de Imanol, que terminó llorando sobre el verde el Santiago Bernabéu como ocurrió hace unas semanas en Old Trafford. Ni un punto de comparación entre ambas eliminaciones. Una fue triste y mal intencionada. La otra digna y bella. Hay veces en las que perdiendo también se gana.
Hay brotes verdes en esta Real, a la que le quedan nueve partidos de Liga para conseguir ser equipo europeo por sexto año consecutivo, algo que nunca ha logrado en la historia del club. Habla el capitán. «Un día muy duro, pero con el tiempo se convertirá en un recuerdo imborrable, marcado por el orgullo de ser el capitán de este equipo. Volveremos a luchar por alcanzar otra final; os lo debemos. Un nuevo objetivo, quedan nueve finales por Europa», compartió Oyarzabal en sus redes. Con un solo partido por semana y por ello tan solo un frente abierto, el equipo de Imanol debe demostrar que está capacitado para dar una nueva vuelta de tuerca más. Pocos tendrán la habilidad que tiene el de Orio para recuperar en mente y cuerpo a sus futbolistas.
El equipo continúa creciendo, algo que debería ir a más por las edades de los futbolistas que dispone en su plantilla. Sergio Gómez es del 2000, Marrero, Pacheco, Urko, Kubo y Barrenetxea del 2001, Turrientes, Javi López, Aramburu, Sucic y Gorrotxategi del 2002, Zakharyan y Marín del 2003, Óskarsson del 2004, Mariezkurrena del 2005, Jon Martín y Dani Díaz del 2006, Marchal del 2007... Muchos de ellos ya son presente cuando son proyectos diseñados para el futuro.
Ver competir de tú a tú a Aramburu contra Vinicius genera respeto cuando hasta hace poco el canterano jugaba en el Real Unión. Pablo Marín demostró que lo que ve Imanol en los entrenamientos se puede ver refrendado en el estadio más imponente del mundo. Sucic bailó sobre el tapete del Bernabéu demostrando que es futbolista para equipos que aspiran a ganar títulos con asiduidad. La Real lo incorporó este verano por diez millones de euros y ahora ya vale 18 según el portal especializado Transfermarkt. Su primo menor, Petar, fichó en febrero por el Inter de Milán a cambio de 14 millones de euros. La Real, si quiere, podrá sacar tres veces más en el futuro por el croata, futbolista de culto.
Barrenetxea y Kubo, ambos del 2001, todavía no han alcanzado ni la mitad de lo que son capaces de dar. El primero, eso sí, lleva seis años en el primer equipo y pese a que se le cae el talento de los bolsillos debe ser mucho más regular. Más de lo mismo con Kubo, capaz de hacer una mala primera parte y exhibirse en el segundo acto y en el tiempo extra. El fichaje de los 20 millones de euros, tan solo unos minutos para correr y defender. Lo ideal sería que Óskarsson, y el que lo tiene que poner, comenzara a entrar pese a que pelea con un fuera de serie como Oyarzabal, que siempre está. Y así con otro carro de nombres que están llamados a marcar el futuro del club.
No todo pueden ser aspectos positivos cuando marcas cuatro goles en el Santiago Bernabéu y no te sirve para alcanzar la final. En Chamartín volvió a quedar claro que, como cuando sale a Europa, a la Real le cuesta una barbaridad competir en el aspecto físico. Unos disponen de atletas y otros tienen muy buenos futbolistas. El club txuri-urdin quedó apeado de la final de Copa tras dos córners mal defendidos. Dominar el juego no solo es controlar la posesión, llevar el ritmo del partido, acertar en área propia y contraria. Las acciones a balón parado cambian historias. La Real ganó su última Copa desde los once metros.
A este equipo le faltan centímetros, físico en el centro del campo y perfiles diferentes de futbolistas para pelear ante la élite europea. Aritz y Zubeldia miden ambos 181 centímetros. Jon Martín, que de momento no juega, sí que mide 1,85m y tiene gran juego aéreo. El Madrid marcó dos goles a la salida de un córner porque Tchouaméni y Rudiger son inmensos y mucho más poderosos. Tampoco desde la portería muchas veces se imprime la seguridad y convicción necesaria en este tipo de situaciones.
Pero el problema es de base. Erik Bretos tiene varias patatas calientes desde ya, así como el diseñar qué tipo de Zubieta quiere. En Donostia se fabrican talentos de buen pie cuando hacen falta físicos para sustituir lo que daban Le Normand, Merino o Sorloth. Va más allá de los nombres. Si no puedes fabricar ese tipo de jugador hay que ir al mercado a por él, aunque es complicado cuando todavía no tienes un jefe para la nave del futuro. Si esta ha sido la última eliminatoria de Imanol como entrenador de la Real, rozó la perfección.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.