Real Sociedad

Europa requiere del equipo y la afición

El conjunto txuri-urdin ha puesto el listón tan alto, ha generado tantas expectativas, que el aficionado encajó la derrota ante el Mallorca como un puñetazo en el estómago. Nada salió bien el sábado sobre el terreno de juego. Se vio una de las versiones más impotentes de la Real en casa en lo que llevamos de curso, en una atmósfera enrarecida por los silbidos de la afición a ciertos jugadores.

El golpe fue grande porque nadie se podía esperar semejante actuación del equipo frente a un rival directo y bajo la mirada de su gente. A nadie se le escapa que el conjunto blanquiazul no está ofreciendo demasiadas alegrías en casa. Esta temporada lleva el mismo número de victorias que de derrotas ante sus seguidores en Liga.

Con la entrada de 2025 parecía haberse maquillado las cifras, gracias a las ocho victorias firmadas entre Liga, Copa y Europa League desde enero ante el Villarreal, Rayo Vallecano, PAOK, Osasuna, Espanyol, Midtjylland, Leganés y Valladolid, por las tres derrotas ante el Real Madrid, Sevilla y Getafe, pero el resultado adverso ante el Mallorca volvió a evocar a los fantasmas del pasado.

La Real se tiene que hacer fuerte en casa si quiere encadenar su sexta clasificación consecutiva a Europa. Le quedan tres partidos como local hasta el final de campeonato. Tendrá que recibir al Athletic, el Celta y el Girona y el Reale Arena debe estar con el equipo para ayudar a alcanzar el objetivo. El empuje de la afición tiene que ser innegociable.

Anoeta es fundamental. Las últimas campañas demuestran que el cuadro guipuzcoano ha dejado casi visto para sentencia sus billetes continentales en partidos ante su gente. El curso pasado certificó su presencia en Europa con su victoria en el Benito Villamarín en la penúltima jornada, pero antes habían llegado dos victorias en casa ante el Las Palmas y el Valencia que dejaron en bandeja la clasificación. Si nos remontamos dos temporadas atrás en el tiempo, en el año del cuarto puesto y el pase a la Champions, todavía sigue presente la brillante victoria que firmó el conjunto blanquiazul en Anoeta ante el Real Madrid. La afición llevó al equipo en volandas.

Es eso lo que necesita de nuevo el conjunto blanquiazul. Una noche de emoción en el que la parroquia txuri-urdin vuelva a transmitir todo su calor a los jugadores. El próximo partido, derbi ante el Athletic, invita a ello. Tener la oportunidad de volver a viajar por Europa la próxima temporada va a depender en gran medida de esos tres resultados en casa que le quedan por conocer a la Real.

No está siendo la temporada soñada para la afición ni para el equipo. Los de Imanol han puesto el listón tan alto que cuesta acostumbrarse a verles fuera de las posiciones europeas. La temporada nació ya con complicaciones en sus primeros meses y el punto de inflexión no ha llegado hasta la segunda vuelta, tal y como reconoce Imanol.

De igual manera, en un curso complicado e irregular como el actual, la Real ha sido capaz de llegar a unas semifinales de Copa en las que ha caído contra el Real Madrid –y no ha estado muy lejos de alcanzar la final– y en Europa League ha sido eliminada en cuartos de final en Old Trafford tras sufrir una de las peores actuaciones arbitrales que se recuerdan en el fútbol europeo.

Tanto antes como después del partido del sábado, Jagoba Arrasate concluyó que «la temporada de la Real hay que ponerla en contexto». Y con todo, tras tanto sube y baja, la Real está de nuevo en disposición de volver a Europa. Lo del sábado fue un paso atrás, pero ni mucho menos definitivo.