.gif)
Beñat Turrientes está disfrutando de unas horas frenéticas a la par de felices. El beasaindarra firmó el miércoles en el Reale Arena acompañado de Jokin ... Aperribay su contrato que le une al club hasta el 30 de junio de 2030, tal y como informó este periódico en su edición de ayer. El beasaindarra amplía de esta forma tres años más su vinculación con la Real, toda vez que el anterior contrato, cerrado en 2022 y que quedaba obsoleto viendo el rendimiento del centrocampista, vencía en 2027.
Publicidad
Un día después, y quizás mereciendo la oportunidad de ser titular, partió desde el banquillo ante el Ajax. La Real comenzó a sufrir, Sucic no estaba cuajando un buen partido y Turrientes se calzó las botas para cambiar la dinámica, imprimir una velocidad más al juego y contribuir a la victoria vital en la Europa League. El canterano es presente y futuro. El año pasado, incluso con Merino todavía en el equipo, se echó el equipo a la espalda para conseguir la quinta clasificación continental consecutiva. El '14' rebosa felicidad. «Estoy muy feliz y contento. Es un día especial para mí y mi entorno. He trabajado mucho durante todo el camino de Zubieta para conseguir días así», verbalizó ayer tras el anuncio de renovación.
Sin embargo, tanto el futbolista como Imanol, uno de sus principales valedores, están convencidos de que en los próximos años el centrocampista sacará todo el talento que todavía tiene dentro. «Me gustaría dar las gracias al club, aunque ahora hay que seguir trabajando día a día. Voy a comerme el césped en cada oportunidad». Hambre no le va a faltar, desde luego. De momento, Turrientes acumula catorce partidos esta temporada cuando el año pasado disputó un total 41 dando un paso adelante en cuanto a participación. Imanol le tuvo sobre el césped 2.172 minutos y si no sufre imprevistos médicos a finales de mayo debería superar esas cifras.
Turrientes tiene 22 años, y aunque cumple 23 en próximo enero se puede decir que se ha pasado media vida en Zubieta. «Entré en Zubieta con 11 años, pero desde que nací soy de la Real y llevo los colores txuri-urdin dentro. Ha sido un camino difícil, con muchos altibajos, pero he trabajado al máximo para tener estos días especiales», añade en las mismas declaraciones. El nivel de la medular y la bisoñez del guipuzcoano hizo que su presencia en el equipo fuese a cuentagotas durante los dos primeros años. El año de su debut disputó trece partidos con 322 minutos mientras que en la siguiente temporada, la 22/23, jugó los mismos aunque con ocho minutos menos. Los Merino, Silva y compañía hicieron que Turrientes no jugase demasiado, pero en cambio aprovechó la oportunidad para aprender de los mejores en cada sesión de entrenamiento. Años después, ahora es él quien tiene que dar un paso adelante en el centro del campo pese a que tiene de nuevo una férrea competencia.
Publicidad
Noticia relacionada
Lo mejor es que tiene la confianza absoluta de su entrenador, que siempre ha tenido palabras buenas hacia su persona. «Llevo cuatro años en el primer equipo, y desde que entro, la Real lleva años buenos con cinco años seguidos en Europa, ganando la Copa... He aprendido mucho de muchos jugadores y sobre todo de Imanol y quiero seguir así». Turrientes adquirió la etiqueta de jugador del primer equipo a todos los efectos en verano de 2022 y fue ahí cuando renovó por última vez con la Real. Dos años y medio después, sus prestaciones dentro del campo y la lógica obsesión de la Real para cuidar a sus joyas ha hecho que dé un salto en el estatus de la medular, pero también el aspecto contractual para retener a una de las perlas de Zubieta.
Imanol sonríe cuando en un entrenamiento observa a sus centrocampistas disponibles. Todos disponen de calidad y buen pie, pero lo cierto es que Turrientes ofrece algo diferente al resto. Salvando las lógicas distancias porque no hay nadie como él, es lo más parecido a Merino que hay en la plantilla por la facilidad que tiene para conducir, robar y distribuir. Este año acumula 32 robos, 2,29 por partido, según acredita Opta. El guipuzcoano destaca cuando tiene el balón en los pies y avanza con él para romper líneas de presión. Esa capacidad para controlar de espaldas, girar y continuar con el ataque no lo tiene nadie en la plantilla. Suma 79 conducciones en lo que llevamos de temporada.
Publicidad
Precisamente con esas armas fue capaz de cambiar el devenir del partido ante el Ajax puesto que Brais, y sobre todo Sucic, no tuvieron la fluidez y la precisión para encontrar situaciones de peligro. De hecho, y aunque lógicamente pueden jugar juntos el gallego y el croata, por momentos parece que ambos se pisan y ocupan las mismas zonas del campo cuando Turrientes tiene la facilidad para venir a la base a recibir o, por su parte, jugar mucho más adelante. Hay pocos futbolistas en la plantilla realista que tienen un porcentaje de acierto tan alto en el pase. Turrientes ha dado 341 pases en lo que llevamos de curso y acumula un 91% de acierto. Es una joya que hay que cuidar y utilizar.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.