El incombustible Toño Ramírez regresa a Zubieta

Toño Ramírez llegó a las categorías inferiores de la Real procedente de la Valvanera, club convenido. Subió al Sanse en 2005 y allí se mantuvo durante cuatro temporadas disputando 82 partidos. Mikel Saizar, Ximun Duhour, Eñaut Zubikarai y Urtzi Iturrioz fueron sus competidores y quienes le impidieron adueñarse de la meta dle filial. Sin embargo, en su cuarta temporada, las convocatorias internacionales de Claudio Bravo le abrieron las puertas del primer equipo entrando en varias convocatorias. Hasta que un día le tocó debutar.

Era el año 2009, la Real jugaba en Segunda División y con Bravo fuera le tocó ser suplente de Eñaut Zubikarai ante el Levante. El meta de Ondarroa fue expulsado con 1-1 en el marcador en el minuto 38 y Ramírez tuvo que ponerse los guantes para cumplir su sueño. Su estreno no pudo ser mejor ya que mantuvo la portería a cero y en la siguiente jornada, la última del campeonato y sin nada en juego, Lillo le dio la titularidad en Elche por delante de Bravo. La Real ganó 1-2.

Con Bravo, Zubikarai y Riesgo como porteros la temporada siguiente, la Real optó por cederle al Tenerife ya que además el Sanse había bajado a Tercera División. Jugó fundamentalmente en el filial, entrando en una convocatoria del primer equipo, con el que no llegaría a debutar.

De vuelta a la Real fue el tercer portero del equipo tras Bravo y Zubikarai, defendiendo la portería de un filial que había ascendido junto a Mandaluniz. No jugó con el primer equipo ni esa temporada ni la siguiente y tras finalizar su contrato fue dado de baja.

A partir de ahí inició un periplo que le llevó por Guadalajara, Cultural Leonesa y AEK Larnaca de Chipre hasta que en 2016 se produjo la sorpresa. Loren decidió que Oier Olazabal no iba a continuar en la Real y repescó al meta riojano ofreciéndole un contrato por dos temporadas para ser el suplente de Gero Rulli. El riojano ni se lo pensó.

Debutó en la Copa en la eliminatoria de infausto recuerdo ante el Lleida, pero seguía sin debutar en Primera. Lo hizo el 27 de enero de 2018 en Villarreal, poco después de renovar por un año más. Eusebio decidió sentar a un irregular Rulli y dio la oportunidad a Toño Ramírez, que no tuvo una actuación feliz (4-2).

En la siguiente jornada el argentino recuperó la titularidad, pero una lesión ante el Red Bull Salzburgo dio la ocasión al meta riojano de estrenarse en la Europa League durante un cuarto de hora y ya con la eliminatoria en contra. La lesión de Rulli le permitió volver a ser titular en Mestalla ante el Valencia (2-1), pero las dudas que había en torno a su figura llevaron a la dirección deportiva a fichar a Miguel Ángel Moya, que debutó la jornada siguiente si tan siquiera entrenar, lo que evidenció la pérdida de confianza del club en sus prestaciones. Jugó dos partidos más ante el Girona y Las Palmas, ambos con victoria y portería a cero, pero para entonces Toño Ramírez ya tenía claro que no iba a seguir y al final de la temporada negoció su rescisión para regresar al AEK Larnaca donde Ander Murillo, excompañero en su anterior etapa, era el director deportivo.

En Chipre, y a las órdenes de Andoni Iraola primero e Imanol Idiakez después, y con Mikel González como compañero, jugó dos temporadas, llegando a jugar una previa de Europa League ante el Girondins de Burdeos. Regresó a casa para militar durante dos campañas en el Racing Rioja de Segunda Federación y este verano, ante su escaso protagonismo, firmó por el Náxara con el que este domingo volvió a pisar Zubieta.