Normal: el mejor es líder

Los datos lo dicen todo. La Real ha jugado seis partidos. Ha ganado tres, los tres por 3-0, ha empatado dos, uno sin goles y otro a uno y ha perdido solo con el Valencia, en un choque que debió sumar algo. Ha marcado diez goles y ha encajado dos, cuando hace poco debatíamos -seguro que lo volveremos a hacer- sobre el tema de los centrales.

Pero todos estos datos no son más que la consecuencia del buen juego desarrollado por el once de Imanol, que apunta a darnos grandes alegrías esta temporada.

Lo de ayer fue un paso más en una noche redonda en la que el Betis no fue capaz de crear una sola oportunidad de gol legal -ahora les hablo sobre el VAR- mientras los de Imanol tuvieron hasta media docena. La Real fue el equipo que más buscó la victoria desde el principio y lo hizo con mucho más criterio que un Betis que terminó desquiciado, no por las decisiones del colegiado, qué va... sino por su inferioridad manifiesta. ¿Vieron la cara de Canales cuando fue cambiado? Seguramente que su expresión resume muy bien lo que sentían los béticos en el campo.

Felicidades, por tanto, a toda la familia realista y en especial a esa afición que sueña con volver al Reale Arena para estar cerca de los suyos y animarles más que nunca en esta temporada tan apasionante.

Les dije la semana pasada que yo no creo en el VAR y hoy, cuando algunos pueden pensar que nuestro equipo fue beneficiado -eso no ocurrió- lo repito. El gol de Sanabria no era fuera de juego, por mil rayitas que me pongan de colores a modo de dibujos animados, sin que se vea, además, el balón... Lo de la raya horizontal del ¿hombro? de Sanabria al suelo no sé si es para llorar o para reír. Repito. Eso no puede ser fuera de juego nunca. Ahora bien, tampoco era gol, porque en el inicio de la jugada había habido una clara falta a Silva no señalada. Las cosas claras.

¿El penalti de Le Normand? Pues qué quieren que les diga. Yo también me temí lo peor cuando vi a Estrada Fernández ir a ver la jugada, pero, ¡sorpresa! El colegiado corrigió al VAR y señaló lo que había, es decir un primer agarrón del delantero bético al defensa realista. Ni más ni menos. En todo caso, sin VAR, hubiese sucedido lo mismo, porque la linier había señalado fuera de juego y Estrada no había visto penalti. Tampoco Pellegrini vio nada. ¡Pedía mano...!